2012-02-12
Una remera negra como guardapolvo
En la Escuela de Rock, los niños aprenden a tocar la batería y la guitarra eléctrica.
Back in black, de AC/DC, aparece como la gema del buen hard rock, según una inolvidable escena. Esa misma canción se encuentra en la pedagogía de esta Escuela de Rock, que funciona hace unos dos años con Grillitos Sinfónicos y que en verano no se toma vacaciones.
En total hay unos 120 alumnos, que van desde los seis años y hasta los 17. Se reúnen unas dos veces a la semana con dos niveles.
Los de la mañana son lo nobeles; y a la tarde se encuentran los más instruidos. Tal es así que un grupo de adolescentes conformó una banda tributo a Red Hot Chili Peppers. Mientras otros niños prefieren la PlayStation, Mateo Negrete (8) marca el tiempo golpeando tres veces sus palillos, como para que los demás niños lo sigan.
La banda suena. Niños y adolescentes muestran su entusiasmo colectivo. Mateo convenció a sus padres para ingresar a la Escuela de Rock. Con Lucas Gael Pablos (7), Mateo habla sobre Animal, un personaje de Los Muppets que es baterista y es inspirador para el aquelarre infantil.
“Es un loco tocando la batería”, exclama Lucas Gael, que recién parecía muy tímido hablando sus inicios con los palillos, más allá de que sabe tocar el teclado.
En la Escuela de Rock aprenden las cosas básicas como el nombre de las cuerdas, tablaturas, rítmica y acordes. “Probamos notas sencillas. Pero muchos vienen con la idea de querer tocar Led Zeppelin”, admite riéndose Nicolás Ortiz, profe de rock como Lucas Chávez. “El aula de rock, de lunes a viernes, explota”, resume Lucas en relación a cómo es la convocatoria durante el año. Entre los aspirantes no hay bajista. Todos vienen con la idea de tocar la guitarra eléctrica y la batería. “Hay varios que tienen mucha facilidad para aprender. Lo primero es practicar y conocer el instrumento”, enseña Lucas.
La Escuela de Rock es atractiva. Prueba de ello fue la banda Los Critters, que en 2009 fueron muy aplaudidos por hacer covers del rock nacional. Pero los niños crecieron y se disolvió la banda. Otros están empezando a dejarse la melena.
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