Amores posibles

jueves 14 de febrero de 2019 | 5:00hs.
Amores posibles
Amores posibles
Pamela Wimer, psicóloga y sexóloga, reflexiona sobre el concepto de amor en el Día de San Valentín. En medio de publicidades de parejas perfectas y heterosexuales, bombones y flores, la especialista propone un espacio para analizar qué es este sentimiento que a lo largo de la historia de la literatura -como correlato de las sociedades- ha generado las tragedias más sangrientas como los cuentos de hadas más azucarados.    
“El amor no es ni ha sido nunca un concepto estático ni extrapolable”, disparó. Así abre la puerta para pensar al amor desde el presente y mirando hacia atrás, para descubrir que no hay una sola manera de amar y que justamente por ello, hoy en el día de los enamorados, podamos hacer todos el ejercicio de empatizar y respetar a la diversidad de expresiones de amor.
“En cuanto al amor, el amor ha sido tema de debate de filósofos desde la antigüedad. La problemática que siempre ha afectado tanto a filósofos y a estudiosos de la mente y del corazón es que el amor no es ni ha sido un concepto ni estático ni extrapolable, sino más bien, un concepto que ha sufrido grandes idealizaciones y que cada individuo lo puede bajar filtrado mediante su sistema de creencias”, dijo. 
Es decir, el amor no es lo mismo para una persona que para otra, para una sociedad que para otra. Pretender esto es fruto de nuestro intento de mirar a todo bajo nuestra óptica, bajo el color de nuestros propios cristales, siendo que en realidad el amor y la definición del amor dependen absolutamente sobre quiénes estemos hablando y desde qué lugar estemos hablando.
Sostiene Wimer que claramente podemos coincidir en conceptos globales para el amor como: una construcción recíproca, la idea de cuidado mutuo, la idea de protección y de atracción. “Pero no podemos caer en un concepto cuasi epistolar de amor, entendiendo que esto nos aleja muchísimo de la realidad y nos genera grandes conflictos”, advirtió
Y añadió: “Por ejemplo, el modo de expresión y el modo de llevar adelante el amor que puede tener la pareja de mis vecinos puede ser muy diferente a mi pareja. También la noción de amor puede cambiar de un país a otro, de una cultura a otra. Es una panacea el intento de aplicar a filtros estáticos a conceptos que son absolutamente dinámicos y atravesados por las necesidades tanto personales como colectivas”.
En cuanto a si el amor está en crisis, consideró que no es que el amor esté en crisis, sino que la sociedad ha cambiado. Sin embargo, aún intentamos aplicar modelos que tal vez hoy no son aplicables. Modelos que, muchas veces, incluso nunca fueron reales o son casi tóxicos al concepto del amor.
Si persistimos con estos modelos -el riesgo, precisó la psicóloga- es que todo lo que nosotros no llegamos a comprender o no compartimos conceptualmente deja de ser amor y lo ponemos en espacios periféricos, en espacios de la transgresión, de la duda, de la mirada desconfiada.
En cambio, si entendemos que cuando hablamos de amor, hablamos de pactos privados -y, mientras sean entre mayores de edad, nadie tendría por qué realizar algún tipo de mirada inquisitiva-, podríamos comprender que tiene que ver con la realidad y la capacidad de elegir que tenemos como seres humanos.
“Hay un sistema entero que, si queremos pensarlo así, está en crisis o simplemente cambió, pero nosotros no nos aggiornamos dentro del esquema, más bien siempre apuntamos a hablar del amor como algo estereotipado y absolutamente romántico, cuando  por ello incurrimos la mayoría de las veces en un grave error”, enfatizó.   

Instituciones en jaque
Y la especialista también se refirió a que la concepción de matrimonio, que se repite en el rito social, como amor fiel, amor para toda la vida, amor hombre-mujer “son conceptos que han estado desde el principio de los tiempos en jaque. Y cuál es el problema, entre comillas, que ve la sociedad en esto: que ve amenazado su propio sistema de creencias”.
Consideró “bastante hipócrita pensar que hoy hay más infidelidad que antes o más homosexuales que antes; hoy hay más visibilización. En el presente, afortunadamente las personas homosexuales tienen derechos adquiridos y con muchísima lucha y con gran sufrimiento”.
Sea por la lucha de los colectivos por los derechos de las minorías sexuales y de la igualdad de género y su consecuencia, la ampliación de derechos, lo cierto es que en los tiempos que corren, la opresión social en cuanto a los compromisos, en algunos casos ha disminuido, “esto hasta permitió que un matrimonio pueda asumir que se puede separar, en realidad la pareja siempre estuvo dividida entre lo invisible y lo visible y ahora esta dualidad se puede resolver”. 
Marcó que el verdadero cambio es la libertad para poder expresarse. “Yo en lo personal como profesional celebro que nos hayamos salido de los estereotipos, de la mentira patológica del doble discurso. En realidad hoy lo que tenemos es mayor libertad de expresión para vivir de una manera más sana, inteligente y clara situaciones que existen desde siempre”.
Mucha gente tiene un amparo legal para poder disfrutar del amor de la manera en que ellos lo conciben, sea o no la elección de la persona que los está mirando desde otro lugar.
“Tratemos de salirnos de un sistema binario, donde si uno no es una cosa, necesariamente tiene que ser otra, porque es un sistema que lleva al fracaso y a la frustración. La sociedad es un cambio continuo, los afectos mutan, fluctúan, maduran y desde esta óptica habría que pensar en que la diferencia es algo valorable”.
Tanta agua, tanto amor y tanta lucha han sacudido al mundo para que a esta altura, por fin, muchas personas puedan vivir su elección ya no en la periferia intentando responder a mandatos rígidos. Aunque no hay que olvidarse que un gran porcentaje de la humanidad todavía no es libre de amar.
“En el respeto de la diferencia es donde nos organizamos como sociedad y respetar es también cultivar el amor”, concluyó Wimer. 

Para agendar

Para celebrar.
Hoy la ciudad capital ofrece una gran cantidad de propuestas para quienes deseen celebrar el Día de los Enamorados. Bares y restaurantes programaron menúes y música en vivo.