A un año del asesinato, los Amarilla piden “no olvidar”

martes 02 de julio de 2019 | 1:00hs.
Amarilla recibió el segundo disparo cuando corrió hacia la casa.
Amarilla recibió el segundo disparo cuando corrió hacia la casa.
El 1 de julio es un día difícil de sobrellevar para la familia de Arnaldo Alejandro "Nano" Amarilla (33). Ese día, el año pasado, fue asesinado a balazos por el sargento de la Policía de Misiones Esteban Soley (34) en medio de una de las recorridas preventivas por enfrentamientos entre bandas en el barrio A3-2 de Posadas.
El uniformado utilizó una escopeta policial (Ithaca) perteneciente a la Comisaría Décima, cargada con postas de goma y plomo. Disparó dos veces, de frente y a espaldas del hombre que fue encontrado desangrado en una de las puertas laterales del inmueble.
Cuando declaró en la instancia indagatoria ante el titular del Juzgado de Instrucción Seis, Ricardo Balor, aseguró que no sabía qué proyectiles tenía y que disparó al aire a modo disuasivo, no al cuerpo de la víctima y que previamente, éste lo había amenazado con un cuchillo; pero hasta que eso se compruebe o descarte continúa detenido como desde las horas posteriores al ataque.
Para la progenitora de la víctima eso no basta. Francisca Amarilla quiere justicia traducida en condena para el uniformado que se transformó en un nuevo caso de gatillo fácil esta provincia.
“Él mató, que pague como lo debe hacer cualquier asesino. Está claro que esa madrugada se bajó del patrullero y disparó dos veces al cuerpo de mi hijo de forma criminal, sin darle posibilidad a nada. Lo mató. Es un asesino. No se olviden de eso", pidió la mujer que a su vez dejó en claro que quiere “que cumpla en la cárcel para poder sentir que hubo justicia para mi hijo. Él lo mató en mi propia casa siendo un agente dedicado a brindar seguridad. Era un provalecido que no merecía vestir ese uniforme, sus superiores lo sabían pero nada hicieron por lo que mi hijo terminó pagando las consecuencias de este tipo de personas”.
Soley (33) fue imputado por homicidio simple. Por eso sigue detenido, algo distinto a su consorte en la causa, David Villalba, a quien lo excarcelaron luego de enrostrarle una participación secundaria.