Ventajas y contras de estudiar en casa junto a la familia

domingo 05 de agosto de 2012 | 2:00hs.
“Ir a la escuela no necesariamente significa aprender ¿qué es lo obligatorio aprender o ir a la escuela? Si lo obligatorio es el proceso de aprendizaje y entendemos que este se realiza a lo largo de toda nuestra vida, podemos comprender mejor la educación en el hogar”, explicó a El Territorio la coordinadora de Educación de la Fundación Libertad y Progreso, Constanza Mazzina.
La educación existió desde mucho antes de las escuelas. La escuela como espacio físico se creó para sistematizar la educación. Pero desde siempre la primera educación se recibe en el propio hogar, que es el ámbito natural de educación. También la socialización siempre comenzó naturalmente en el seno familiar entre hermanos, primos, padres, abuelos.
 Al hacer la escuela en la casa se pone en el centro al niño y se asume que los principales responsables de la educación son los padres. Porque cuando se piensa que la responsable de la educación es la escuela se transfieren esa responsabilidad a los maestros y autoridades.
En sus hogares los niños aprenden más y mejor, porque cada uno lo hace a su tiempo y de acuerdo a sus necesidades. Si un niño está capacitado para aprender más de lo que se estipula para su edad, no hay frenos que lo detengan y por el contrario si su aprendizaje es más lento también se puede ir a su ritmo. Porque la madre o el padre que enseña no estará como el docente frente a cuarenta alumnos.

En contra de la escuela en casa
La escuela en casa impide la posibilidad de que los niños o adolescentes compartan con sus pares diferentes momentos y actividades que van mas allá de la educación formal. La escuela enseña a convivir con las diferencias y esto no se da naturalmente dentro del hogar cuando todos sus miembros son parte de una familia con valores, costumbres y realidades más o menos integradas.
Asistir a la escuela es algo más que una rutina. Es formar parte de un ámbito de socialización y de construcción colectiva de conocimientos. La importancia indelegable de la escuela no reside solamente en los contenidos que allí se enseñan sino también en un conjunto de prácticas sociales que son esenciales para la vida en comunidad, como el respeto al otro y la solidaridad entre pares.
 Una de las principales críticas a la idea de dejar la escuela para estudiar en la casa es la falta de formación académica de la mayoría de los padres de familia. No todos tienen la capacitación adecuada ni el tiempo necesario para poder educar a sus hijos de una manera correcta y apropiada. Por lo tanto, se critica a este método como elitista y poco solidario desde el punto de vista social.
 Desde el punto de vista económico surge otro de los cuestionamientos. En las familias donde tanto la madre como el padre trabajan fuera de la casa ¿quien se encargará de esta enseñanza casera? Si se piensa en pagar a un profesor particular que guíe este proceso es necesario saber que no todas las familias podrán hacer frente ese costo.


La educación prohibida
Así se titula la película documental que se presentará el lunes 13 de agosto a las 19 en el Aula Magna de la Facultad de Humanidades de la Unam, ubicada sobre calle Tucumán 1946. La proyección será gratuita en el marco del estreno mundial del filme.
“Imagina una educación donde seas el protagonista, donde aprender es vivir, donde aprender es elegir...”, dice el eslogan de “La Educación Prohibida” que se propone cuestionar las lógicas de la escolarización moderna y la forma de entender la educación, visibilizando experiencias educativas diferentes, no convencionales, que plantean la necesidad de un nuevo paradigma educativo.
El estreno también se podrá ver online en el sitio web: www.educacionprohibida.com

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