Wilson Acosta: “Me siento orgulloso de lo que logré”

jueves 09 de enero de 2020 | 2:00hs.
Wilson Acosta: “Me siento  orgulloso de lo que logré”
Wilson Acosta: “Me siento orgulloso de lo que logré”
Roxana Ramírez

Por Roxana Ramírez deportes@elterritorio.com.ar

Todo lo que se fue proponiendo lo fue realizando. A sus 18 años, Wilson Acosta cumplió la meta a la que aspira cualquier deportista: vestir la celeste y blanca, pero él tuvo un ‘plus’ y se subió al podio en el Mundial de vóleibol sub 19 que se realizó en Túnez, en agosto pasado, con un histórico bronce, algo impensado años atrás, cuando en su amado Cerro Azul entró a jugar a una cancha de vóley, casi por casualidad, o a esta altura una causalidad que le tenía guardado su futuro.

Justamente este camino en alza lo lleva hoy a trasladarse de Buenos Aires -donde jugó y ascendió en diciembre con Defensores de Banfield a la Liga Metropolitana- a Santa Fe, provincia en la que ya se encuentra de pretemporada junto al equipo Villa Dora que encara una nueva temporada en la Liga A2, la segunda categoría más importante de competencia a nivel nacional.

En cuanto a sus emociones, tras un año soñado, Wilson compartió que “los momentos que voy a atesorar del 2019 son el cambio de club, que me ayudó muchísimo, y el Mundial; para mí son los dos pilares que me dieron un año tan bueno en el que aprendí muchísimo deportivamente como culturalmente al conocer otro país. También aprendí a desenvolverme solo y a solucionar mis problemas”.

Ese paso por Túnez en el que fue el máximo goleador de la selección y terminó entre los doce atacantes más efectivos del certamen, será un capítulo en su vida inolvidable y espera escribir muchos más. “Espero en este 2020 tener una buena Liga A2 con en el plantel Villa Dora y mi otra meta es volver a ser parte de la selección”, explicó.

Y es que esta emoción se entiende por varias cuestiones y seguramente viajar a ver a sus ídolos a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, como premio estímulo por parte del Ministerio de Deportes, fue el click que cambió todo a su regreso de ver a los monstruos del deporte mundial.

¿Qué sentiste cuando te pusiste la camiseta de la selección?

Lo que se siente al vestir la celeste y blanca es algo inexplicable porque es algo con lo que uno siempre soñó. En realidad, todos los jugadores de vóley tienen la meta de estar en la selección y para mí no tiene explicación, es cumplir un sueño que no tiene precio… me sentí el pibe más afortunado del mundo al poder participar de un Mundial.

¿Qué te pasa cuando caés que estuviste en un podio entre los mejores del mundo?

Hace dos años estaba queriendo dejar el vóley por ciertos motivos y me estaba costando mucho; y ver lo que conseguí ahora es increíble. Realmente no lo puedo creer, es algo que no caigo porque fue un avance demasiado brusco para mí, en el buen sentido. Todo el cambio que tuve fue de lo mejor y me siento muy orgulloso de mi mismo porque logré cosas que no imaginaba hacerlas.

¿Qué te acordás de tus inicios en Cerro Azul y qué te pasa cuando ves esta realidad tan distinta?

En mis inicios no tenía muchas ganas de jugar al vóley, era todo fútbol y me acuerdo que cuando empecé a jugar que tuve mi primer torneo después del primer día de entrenamiento... nunca me imaginé que me iba a pasar todo lo que me pasó después.
Para Wilson, estos tres años fueron un torbellino, pasó de su formación con amigos junto a su profesor Roberto “Pichi” Monzón en Cerro Azul a lucirse en los Juegos Evita y el Argentino, un torneo clave en que en el 2017 lo vio San Lorenzo y se lo llevó a Buenos Aires, luego se sumó a Defensores de Banfield logrando el ascenso en diciembre, y siendo un hombre clave en la campaña para alcanzar la máxima categoría en el Liga Metropolitana. 
Ahora será Villa Dora, en un escalón más arriba, en la Liga A2 y quién sabe lo que le depara el futuro a este enorme jugador misionero de más de 1,90 metros que hace temblar con sus remates.