“Vamos a hacer de todo para que se encuentre al culpable”

Una puñalada en el abdomen le quitó la vida a Jonatan Ramírez (18) el último sábado. Quién o quiénes le propinaron la mortal estocada hasta el momento es una incógnita tan grande como la desazón de sus familiares, quienes desde el barrio San Jorge reclamaron justicia y prometieron hacer todo lo que esté a su alcance para que el caso se esclarezca.
Después de varios días de sucedido el hecho, la familia de Ramírez habló por primera vez. Fue Mari Díaz, madrastra del muchacho, quien ayer dialogó con este matutino y puso en palabras lo que están viviendo.
“No se sabe nada, no hay detenidos ni tampoco sospechosos, nadie sabe lo que pasó. Yo todavía no entiendo lo que ocurrió”, expresó Díaz al comienzo de la charla.
Hasta el momento, lo que se pudo reconstruir es que el sábado a la madrugada Jonatan salió a bailar y habría asistido a tres locales nocturnos, uno en el microcentro y otros dos en inmediaciones a la avenida Uruguay.
Luego emprendió regreso a casa, aparentemente solo y en colectivo. Se habría bajado en inmediaciones a la rotonda de acceso a Posadas y mientras caminaba fue atacado. Las circunstancias del hecho aún no están definidas, sólo se sabe que fue hallado malherido con una puñalada en el abdomen y luego trasladado de urgencia al Hospital Madariaga, donde falleció a pesar de la intervención médica recibida.
“Los amigos estuvieron con él, pero después se despidieron todos y cada uno se fue para su casa, para su lado. Él salió a bailar nomás y después vino en colectivo, se bajó solo y venía caminando. No sé cómo pasó, no entiendo”, continuó Díaz.
Los restos del joven fueron velados y despedidos el lunes en medio del dolor de todo el barrio San Jorge y el Bachillerato Polivalente (BOP) N° 1, donde estudiaba desde el primer año de la secundaria.
“Estamos muy doloridos, pero hay que seguir. Él no era una persona mala, no tenía mala junta tampoco. No era un chico que se andaba drogando por ahí o que andaba borracho. Él estaba todo el día en casa, se levantaba a la mañana, atendía el kiosco que tenemos, cocinaba para nosotros. Estaba todo el día acá. Después a la tarde se iba a la escuela pero volvía. Por ahí se iba a la casa de algún amigo a tomar tere, pero nada más”, recordó Díaz.
Sobre posibles sospechosos, la mujer fue clara: “No entiendo qué pudo haber pasado, porque él no tenía enemigos, es más, tenía muchísimos amigos, era un excelente alumno, este año entró a la estudiantina, siempre estaba activo”.
Antes de finalizar, Díaz dejó en claro que la familia no dejará de luchar hasta obtener justicia. “Lo único que queremos es que se haga justicia, que se encuentre a la persona y va a tener que pagar por lo que hizo”. 

“Esto no va a quedar en la nada”
Mari Díaz también recalcó: “Nosotros vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance y sirva para que se haga justicia. Esto no va quedar en la nada porque nosotros somos mucha gente y vamos a hacer de todo para que se le encuentre al culpable. Esto no va a quedar como un asesinato más, no lo vamos a permitir, así tengamos que ir a dónde sea, a quemar gomas o lo que sea. No va a quedar así lo de Jonatan”.
El lunes a la tarde la familia realizó una marcha en inmediaciones a la zona del hecho y planean realizar otra muy pronto.
Fuentes policiales consultadas en su momento indicaron que al momento de ser socorrido el muchacho tenía todas sus pertenencias consigo, entre ellos un teléfono celular, por lo que creen que el hecho se dio en el marco de un robo.
Los investigadores realizaron tareas de campo, averiguaciones y están abocados también al análisis de las grabaciones de cámaras de seguridad de la zona para tratar de encontrar pistas que permitan arrojar luz sobre el caso.