Una cucaracha biónica

miércoles 12 de septiembre de 2018 | 5:00hs.
Una cucaracha biónica
Una cucaracha biónica
Una persona que controla animales o insectos mediante chips electrónicos para diferentes medios podría ser bien la trama de una película de ciencia ficción o el nuevo artilugio del Súper Agente 86. Para sorpresa, la realidad siempre termina por alcanzar a las películas, y ahora un nuevo proyecto de la Universidad de Connecticut (UConn) en Estados Unidos, creó un microcircuito capaz de enviar señales eléctricas a una cucaracha de Madagascar (Gromphadorhina portentosa) para controlar su movimiento por medio de un control remoto.
"El uso de insectos como plataformas para pequeños robots tiene un número increíble de aplicaciones útiles, desde búsqueda y rescate hasta defensa nacional", dice Abhishek Dutta, responsable del proyecto y profesor de ingeniería eléctrica e informática que se especializa en optimización de sistemas de control y ciberfísicos.
Los robots de cucarachas no son nuevos, sin embargo este avance es notorio. Los investigadores han estado explorando plataformas biorobóticas para insectos durante la mayor parte de la última década. Pero construir sistemas robóticos a esa escala en miniatura no es fácil, y la tecnología parece funcionar solo la mitad de las veces.
En un documento que pronto se publicará en Proceedings of the Conference on Cognitive Computational Neuroscience, Dutta, y el estudiante de pregrado Evan Faulkner, un joven que trabaja en su laboratorio, informan sobre la creación de un microcircuito que permite un control más confiable y preciso de movimiento robótico de insectos.
Algunos científicos podrían sorprenderse al ver a un visitante tan notorio ocupando su espacio de investigación. Pero no Dutta. Observa atentamente cómo la cucaracha se mueve. Su interés está bien fundado, ya que él es quien inicia los movimientos de la pequeña criatura con un pequeño dispositivo portátil a medio metro de distancia. La cucaracha sibilante de Madagascar en este laboratorio no es cualquier miembro antiguo de la orden Blattodea. Es un híbrido robot-cucaracha, un insecto biológico cableado -un cyborg si se quiere- y sus futuros hermanos de alta tecnología algún día podrían salvarle la vida.
Para mejorar el control del insecto, el microcircuito creado incorpora una unidad de medición inercial de 9 ejes que puede detectar los seis grados de movimiento libre de la cucaracha, su aceleración lineal y rotacional, y su rumbo en la brújula. Otra característica que agregaron Dutta y Faulkner es la temperatura ambiente que rodea a la criatura, porque ha demostrado que la temperatura del entorno afecta cómo y dónde se mueve el insecto. Las cucarachas son más propensas a salir a caminar cuando hace calor.
El microcircuito forma parte de una pequeña mochila electrónica que puede sujetarse a la parte posterior de una cucaracha. Los cables del dispositivo están unidos a  los lóbulos de las antenas del insecto. Un pequeño transmisor y receptor Bluetooth permite a un operador controlar los movimientos a través de un teléfono celular. El envío de pequeños impulsos eléctricos al tejido nervioso en el lóbulo de la antena derecha o izquierda del insecto hace que crea que ha encontrado un obstáculo y se mueva hacia una dirección en particular. Es una dirección asistida redefinida. Si bien el nuevo microcircuito es ciertamente un paso adelante para la tecnología de insecto robot, aún queda por investigar. Los biobots impulsados ​​por insectos, se podría decir, todavía están en su etapa larval. Los avances en el diseño de micro-hardware y en los sistemas de microcontrol podrían llevar a una nueva generación de dispositivos que funcionan aún mejor.