Un mapa complejo
martes 14 de agosto de 2018 | 6:00hs.
Un mapa complejo
La reestructuración del ascenso argentino fue denegada. La Superliga (que maneja la Primera División del fútbol argentino) no se mostró conforme con las condiciones que impulsaron desde el Consejo Federal y no dio el visto bueno para que el proyecto continúe. Una vez más ese fútbol federalizado del que muchos hablan quedó solamente en eso: palabras. El proyecto para reformar la forma de disputa de la B Nacional quedó frizado y por ende todas las categorías menores tendrán que continuar con el bosquejo que se presentó a principio de este año.
El Federal A mantendrá las mismas plazas para la siguiente temporada y, con la eliminación de los federales B y C, volverán los torneos regionales, pero con una pequeña reforma sustancial, según explicaron desde el Consejo Federal. Los clubes tendrán que estar al día para participar, tanto con su personería jurídica como con sus cuentas en el Consejo Federal. Algo que debería haber ocurrido siempre, para que los clubes no quedaran en manos de inversiones temporales y pagaran luego el precio de no competir durante años en los torneos nacionales.
El fútbol misionero fue a lo largo de décadas una muestra fiel de eso. Pasaron instituciones que en un momento consiguieron apoyo económico de diferentes partes del Estado o bien de alguna empresa privada y que, debido a no lograr el objetivo propuesto, terminaron con la soga al cuello por las cuentas. Claro que esto fue también producto de las malas decisiones o, lo que es peor, las inconscientes decisiones que tomaron quienes dirigían las instituciones. Candelaria, que estuvo a punto de pelear por un ascenso a la B Nacional en 2005, hoy festeja poder ser parte de la Primera División de la Liga Posadeña, por citar apenas un ejemplo.
La reforma que incluyó la eliminación de los federales apareció con la promesa de que llegaba para sanear las cuentas de los clubes. Algo similar ocurrió cuando aparecieron los torneos argentinos (luego federales).Pero en el medio dejaron a centenares de clubes sin competencia durante meses y eso llevó a que muchos jugadores y árbitros fueran cesanteados de sus trabajos. Hasta el momento la ‘solución’ no generó muchas respuestas y, por el contrario, acrecentó la incertidumbre.
Pocos con cuentas claras
El restante representante de la tierra colorada saldrá del próximo torneo Provincial que organizará la Federación Misionera de Fútbol (Femifu). Para tener un cupo en el Regional hace falta tener un certamen con, por lo menos, 10 equipos con sus cuentas al día. Dejando de lado a la Liga Posadeña, hoy la provincia cuenta con sólo 19 equipos en condiciones de participar. La aspiración de los dirigentes de la Femifu es que el Consejo Federal le otorgue una plaza más, ya que tienen tiempo hasta el sábado de completar la grilla de participantes.
De todas maneras, la pobre cantidad de clubes en un provincial habla a las claras de que el fútbol del interior no puede mantenerse sin el sustento de la AFA (a través del Consejo Federal) y que cada vez serán menos las chances de los clubes del interior de participar de torneos nacionales. Además, el poder estar dependerá siempre de tener las cuentas al día, algo que debería ser siempre obligatorio, pero irá en contra, muchas veces, de lo deportivo. River de Villa Bonita es el campeón obereño, aunque no estará en el Provincial. Y así pasará con muchos otros casos.
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