Un forense y una bioquímica, claves del segundo día del juicio a Santa Cruz

miércoles 21 de noviembre de 2018 | 6:00hs.
Soledad Aguilera - Bioquímica
Soledad Aguilera - Bioquímica
Con la declaración de tres testigos se reanudó ayer el juicio contra Rocío Santa Cruz (33), la abogada y ex Miss Argentina, imputada por el accidente de tránsito que le costó la vida al motociclista e inspector municipal Ramón ‘Topo’ Cabrera (53) en enero de 2016.
La segunda audiencia del debate oral y público comenzó minutos después de las 9 de ayer, en la sala de audiencias del Juzgado Correccional y de Menores Dos de Posadas, ubicado en el Palacio de Justicia.

Para dicha jornada eran un total de seis los testigos citados inicialmente, pero la mitad de ellos fue desistida en común acuerdo entre la fiscal María Laura Álvarez y la defensa de la imputada, encabezada por los letrados Eduardo Paredes y José Luis Rey.
De esta forma, el primer testigo en comparecer ante las partes y el tribunal unipersonal presidido por el juez César Raúl Jiménez fue Rogelio Canteros, médico forense del Poder Judicial con más de doce años de experiencia.

Canteros participó del examen de autopsia practicado a Cabrera y la principal discusión en torno a su testimonio fue la causal de muerte de la víctima.

En la primera jornada del juicio, el estado y la calidad del casco protector de Cabrera habían sido puestos bajo discusión, por lo que en la reanudación el objeto volvió a tomar protagonismo.

La fiscal Álvarez interrogó sobre el informe forense realizado, en el cual se advertía que Cabrera, además de la lesión fatal, también presentaba heridas en el rostro y en base a ello consultó sobre el posible uso del casco o no. 

Arista forense
Al respecto, Canteros indicó que “yo no puedo saber si llevaba casco, yo he examinado el cuerpo una vez en la morgue”, pero luego señaló que las heridas en el rostro eran “escoriaciones leves, superficiales, que pueden ser producidas aún con casco”.

Y luego ahondó en la herida que finalmente terminó provocando la muerte. “La herida cortante es en la región prácticamente de la nuca, occipital media baja, que aún con casco puede producirse”.

“Lo que yo determiné por la autopsia es que recibió un traumatismo encéfalocraneano grave en la región occipital, región superior del cuello, ahí tenía la herida cortante y descubierto eso y el hematoma que tenía por debajo del cuero cabelludo, tenía hemorragia cerebral producto del traumatismo y una fractura que es de la base del cráneo, pero aparte de eso tenía fracturas las primeras cervicales, que es todo producto de ese traumatismo inicial”, detalló.

Tras esta minuciosa explicación, la fiscal le consultó si la muerte se hubiera producido de igual forma en caso de que la víctima haya tenido un casco debidamente colocado y Canteros respondió que “yo creo que sí, por el nivel con el que se produjo la acción. El traumatismo es bajo. El resultado muerte se hubiera producido de igual forma”, aunque aclaró: “Estando dentro del terreno de las suposiciones. Esto es una cosa dinámica”.

Tras la intervención de Paredes, Canteros estimó que, en caso de que se haya utilizado el casco, “deberían quedar improntas o signos de sangrado dentro de él”. 

La búsqueda del Peugeot

Luego fue el turno de Javier Olmedo, oficial de Policía, quien se encontraba de guardia la mañana del hecho y trabajó en la localización del Peugeot 408 implicado en el accidente y de su conductora.

El uniformado recordó que fue notificado del accidente, pero que cuando llegó la víctima ya estaba sin vida. En esa instancia se encontró con varios testigos, entre los cuales había un remisero que le contó que un colega suyo había salido a perseguir un automóvil sospechoso.

Olmedo señaló que a partir de ahí ubicaron al remisero en cuestión, lo contactaron y gracias a él llegaron a Santa Cruz.
“Él había perseguido un Ford Focus, nos acompañó hasta donde lo había visto, miramos el auto y descartamos porque no tenía ningún daño, luego se le vino a la mente que al lado del Focus venía un Peugeot”, contó.

Y cuando lo encontraron recordó: “A simple vista se veía que el parabrisas estaba roto. Aplaudimos y salió una chica que nos dijo que estaba cuidando, que iba a llamar a los dueños de casa. Ahí llegó el dueño -en referencia al esposo de Santa Cruz-, hicimos el allanamiento y trasladamos el vehículo y a Santa Cruz a la dependencia”. 

“Ojos muy enrojecidos”

Por su parte, otro punto relevante de la jornada fue la declaración de la bioquímica Laura Soledad Aguilera, quien realizó los distintos exámenes de alcoholemia tanto a la víctima como a la imputada.

La profesional explicó que a Cabrera le tomó muestras de sangre y de humor vítreo, en tanto que a Santa Cruz sólo le hizo el alcotest.
“La alcoholemia la hice cerca del mediodía (más de cinco horas después del accidente) en presencia de un testigo. Le pregunté si accedía y dijo que sí. Sopló y el alcoholímetro arrojó 0,88 gramos por litro. Le pregunté si estaba conforme o si quería que le saque sangre para tener una muestra de contraste y me dijo que no”, indicó en referencia a la imputada.

Y al recordar la escena de ese momento, expresó: “Pasó mucho tiempo. Recuerdo algo, que llegó con la Policía y el testigo. Tenía puestos anteojos de sol, cuando se los sacó, tenía los ojos muy enrojecidos y yo sentía aliento etílico. Esa fue mi apreciación de ese día, no quiero que sea tomado como una manifestación clínica”.

En ese punto intervino el juez Jiménez, quien realizó preguntas en torno al denominado ‘aliento etílico’ y Aguilera explicó: “A la media hora después de beber se empieza a absorber el alcohol del estómago a los intestinos y después a la sangre. Cuando eso llega a la sangre uno empieza a metabolizar y eliminar, el aliento es una forma de eliminación. Cuando uno ya eliminó todo el alcohol no va a tener aliento etílico”. 

Hoy, cinco testigos
El debate continuará hoy, a partir de las 9, y se prevé la declaración de cinco testigos, entre ellos uno ofrecido por la defensa en la jornada de ayer y para el cual Jiménez dio lugar.

Se trata de Roberto Gisin, jefe de rehabilitación en trauma del hospital Madariaga. También está citada una psicóloga que intervino en la indagatoria de la imputada y una amiga de Santa Cruz.

Con ellos se cerraría la etapa de testimoniales y mañana sería el turno para la ronda de alegatos, donde tanto la fiscal como la defensa expondrán sus argumentos para realizar sus solicitudes al tribunal.