Un bloque con pocos acuerdos que necesita reinventar su estrategia

domingo 04 de octubre de 2020 | 6:00hs.
Marcelo Elizondo
Marcelo Elizondo
Daniela Cortés

Por Daniela Cortés Corresponsalía Buenos Aires

La semana pasada el embajador del país en Brasil, Daniel Scioli, anunció que trabaja en un encuentro que se realizaría a fin de mes en Foz de Iguazú o en Puerto Iguazú entre los presidentes de Argentina, Alberto Fernández y de Brasil, Jair Bolsonaro, para recordar los 35 años de la reunión que allí mantuvieron los ex presidentes de ambos países Raúl Alfonsín y José Sarney, que fue la piedra fundamental para la construcción del Mercosur.

El Territorio entrevistó al abogado experto en finanzas internacionales Marcelo Elizondo para conocer su mirada sobre la situación actual del Mercosur, que el año que viene cumple 30 años de vida.

¿Cuál es la situación actual del Mercosur?
El Mercosur, que el año que viene cumplirá 30 años, no es para nuestro país hoy lo que se pensó que sería cuando se fundó este bloque. En ese tiempo implicaba el 25% de nuestras exportaciones y hoy, sólo representa el 15% de nuestras ventas al extranjero.

Para Argentina han crecido en importancia otros mercados en el mundo, sobre todo los asiáticos. Creo que llegamos a estos 30 años con un Mercosur fatigado, agotado y débil por lo menos en su versión original, que requiere una serie de ajustes y cambios en su metodología.

Aquel modelo que fue exitoso a los ojos del mundo en 1991, hoy necesita modernizarse porque el mundo es otro.

¿Cuál es el principal problema de la asociación?
El Mercosur adolece hoy de diversos problemas. En términos comerciales tiene, además de un modelo algo antiguo, porque es cerrado, un bloque en el que lo más relevante es lo arancelario donde no se avanzó en confluencias regulatorias más modernas, en el que a la vez no se cumplió la coordinación macroeconómica que se esperaba entre sus miembros. Con muy pocos acuerdos con terceros mercados y con un arancel externo común rígido y alto.

¿Cómo se explica esta debilidad en términos económicos para nuestro país?
En términos económicos la relación comercial entre los países miembros del Mercosur atraviesa uno de los picos de menor intercambio.

Por ejemplo, nuestro país está exportando a sus socios del Mercosur 13 mil millones de dólares, que es bastante menos de lo que exportaba hace 10 años cuando lo hacía por 19 mil millones de dólares. Estas cifras demuestran la caída muy grande que hubo de exportaciones argentinas al Mercosur.

Pero también la relación económica del Mercosur con el resto del mundo está en una situación de máxima debilidad. Es decir, hay una debilidad comercial tanto dentro del bloque Mercosur entre los países que lo conforman, como también hacia afuera.

¿Y para el bloque el balance también es así de negativo?
Los cuatro países fundadores del Mercosur que son Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, suman exportaciones que sólo son mayores a las de algunos bloques formados en África y en Latinoamérica y el Caribe.

Por lo tanto, el Mercosur no alcanzó una relevancia económica comercial de envergadura como la de otros acuerdos regionales cercanos, como la Alianza del Pacífico, cuyas exportaciones totales casi duplican las del Mercosur o las de otros grupos de países que no son desarrollados, como el Tratado de Libre Comercio del Sur de Asia (Safta), el Tratado de Libre Comercio de la Comunidad de Estados Independientes (Cifta), la Liga de Libre Comercio Árabe o aun la Asociación de Naciones del Sureste asiatico (Asean).

¿Esta situación del Mercosur es algo que también le sucedió a otros bloques regionales?
En el mundo hay cerca de 20 asociaciones de países, similares al Mercosur. De todos esos grupos, el Mercosur es el que tiene menor intensidad comercial con el resto del mundo. Mercosur es un conjunto que ha sido construido para alentar el comercio entre sus miembros, pero sin incentivos mayores para que se desarrolle comercio suprafronterizo, es decir con el resto del mundo.

Podríamos llamarlo así como un bloque cerrado. Pero a la vez es un bloque con un comercio total que no ha adquirido significación mayor en el planeta. Una manera de mostrar esto es constatar la relevancia del Mercosur en función de las exportaciones totales intrabloque y extrabloque de sus miembros, y comparar esas ventas con las del resto de los tratados de integración regional que registra la Organización Mundial del Comercio (OMC).

¿Cómo se traduce esa debilidad comercial hacia las conducciones políticas de los países que lo integran?
Como consecuencia de esta falta de vigor comercial se generó un debate interno entre los países miembros acerca de los cambios que se podrían implementar puertas adentro de la institución. Hay países como Brasil y Uruguay que quisieran un Mercosur más abierto, que quieren reducir el arancel externo común, o celebrar acuerdos de libre comercio con terceros mercados.Y Argentina presenta una situación más modesta en estas cuestiones. No adhiere a esa idea de reducción de aranceles y es bastante reticente a acompañar acuerdos de libre comercio del Mercosur con otros mercados.

Estas diferentes miradas sin dudas llevarán a un debate más intenso dentro del Mercosur para diseñar cuál será su postura en la pospademia. Para ver si sigue funcionando como hasta ahora o si avanza a una postura de mayor flexibilidad con el resto del mundo.

¿El estancamiento comercial del Mercosur obedece a la falta de entendimiento político o ideológico entre los gobiernos de los países miembros?
La falta de coincidencia ideológica entre los gobiernos es sin dudas un condimento que dificulta la búsqueda de soluciones. Pero creo que antes de estas diferencias políticas hay dificultades estructurales que son las que en principio frenan el crecimiento comercial del bloque.

Por ejemplo, los productos del Mercosur para entrar a cualquier mercado tienen que pagar un arancel muy alto porque no tenemos acuerdos de libre comercio. Por eso, los demás socios del Mercosur, a excepción de Argentina, quieren habilitar esas negociaciones. En todo caso las diferencias ideológicas aparecen después al momento de buscar las soluciones. Pero los problemas estructurales son anteriores al modelo sobre el cual se fundó el Mercosur. Más cerrado y pensando para funcionar hacia adentro.

¿Qué decisión tomó el actual gobierno argentino con respecto al Mercosur?
Entre abril y mayo de este año se reflotó una discusión dentro del Mercosur. Argentina anunció primero que se retiraría de la mesa de negociaciones económicas con terceros mercados y que permitiría a los demás socios seguir con ese camino; pero luego rectificó su postura y anunció que se mantendrá ejerciendo el derecho de participar como negociador, aunque en esa condición haría oír una postura más proteccionista y pretende cuidados de su mercado local en cualquier tratado con terceros mercados.

Así surgió una divergencia con la postura de los otros socios, especialmente Brasil y Uruguay, que han manifestado en diversas ocasiones, aparentemente con el consenso de Paraguay, que cada uno de ellos tiene una posición favorable a una apertura y flexibilización del bloque.

¿Que significaría un encuentro de los presidentes Alberto Fernández y Jair Bolsonaro en Foz de Iguazú el 30 de noviembre en conmemoración del Día de la Amistad entre ambas naciones?
Estamos en una situación inédita. Nunca entre Brasil y Argentina hubo esta falta de encuentro entre ambos presidentes. Ya casi a un año del triunfo en las elecciones del presidente Alberto Fernández y ambos mandatarios aun no estuvieron juntos en ningún momento de sus agendas. Me parece que sería muy útil para ambas naciones que los presidentes se encuentren personalmente. Sería un excelente gesto para el futuro del Mercosur. Se trata no sólo de una relación histórica sino además estratégica para ambos países.

¿Cuál es hoy la mejor fortaleza del Mercosur?
El Mercosur con sus países miembros sumados, está entre las seis mayores economías a nivel mundial, si se considera el PBI nominal de más de 2,5 billones de dólares producido por todo el bloque. Posee las tres urbes más ricas, extensas y pobladas de Sudamérica: San Pablo, Buenos Aires y Río de Janeiro; y posee también la selva tropical más grande del planeta: la selva amazónica.

Además, controla las mayores reservas energéticas, minerales, hídricas y petroleras del planeta. Con una superficie total de 12,8 millones de kilómetros cuadrados y una población total de 275 millones de personas, es un bloque de relevancia para Argentina y para sus miembros actuales.