Turista halló una pieza jesuítica y la restauran en San Ignacio

sábado 01 de septiembre de 2018 | 6:00hs.
El especialista Andrés Sansoni, en plena restauración.
El especialista Andrés Sansoni, en plena restauración.
Esteban Bueseck

Por Esteban Bueseck interior@elterritorio.com.ar

Los vestigios jesuíticos que quedaron de siglos atrás en las diferentes reducciones que existieron en la zona siguen maravillando a investigadores y turistas.
Tal es así que, en mayo pasado, en la reducción jesuítica de Santa Ana, un turista que hacía el habitual recorrido por los senderos del lugar se topó con una piedra que llamó su atención. No dudo en tocarla y darla vuelta y, para su sorpresa, se encontró con un ángel tallado en excelente estado de conservación. Rápidamente dio aviso al personal de Ruinas, quienes activaron un protocolo para rescatar la pieza y salvaguardarla. Posteriormente fue llevada a San Ignacio, donde ahora un especialista la restaura y pone a punto.
“La pieza fue recuperada por un turista que recorría el lugar en el sector del cementerio”, señaló a El Territorio la arqueóloga Alejandra Smith, integrante del equipo de especialistas en rescate y restauración que integra el equipo técnico de la Subsecretaría de Gestión Estratégica.
“La pieza está formada por una laja de arenisca. De un lado presenta la imagen de un ángel tallado y la otra cara es totalmente lisa”, detalló.
Sobre el hallazgo, del que incluso ella estaba sorprendida al no ser algo común, indicó: “La laja estaba floja, al ras de la tierra. Al turista le llamó la atención y cuando la dio vuelta tenía esta hermosa imagen del ángel. Así fue como empezó el proceso de recuperación”.

Sagrado
Con esos primeros datos en su poder, los especialistas que trabajaron en el rescate y ahora en su restauración creen que este querubín fue parte de la decoración de uno de los sectores más sagrados dentro de la reducción jesuítica. “La imagen es muy bella y por el lugar del hallazgo creemos que quizás haya formado parte de algunos de los portales laterales de ingreso al templo de la reducción de Santa Ana”, contó Smith.
Desde hace algunas semanas la restauración de la pieza está siendo realizada en el Laboratorio de Ruinas, que funciona en San Ignacio. El encargado del trabajo es el licenciado en Restauración y Museología Andrés Sansoni, quien con gran precisión ejecuta las labores para dejar impecable nuevamente la laja antes de que pueda ser vista por el gran público.
“El trabajo es lento y se hace centímetro por centímetro. Hay que destacar el buen estado de esta laja”, dijo Sansoni a este medio. Sobre cuál es el método para la limpieza de la piedra, destacó: “Se usa agua y una solución jabonosa con ph neutro e hisopos para ir limpiando cada parte de la laja. Hay que cubrir cada milímetro”.
A su vez, la arqueóloga Smith que trabaja en diferentes rescates arqueológicos en la tierra colorada y que actualmente se encuentra poniendo en valor junto a la Provincia y el municipio lo que fue la reducción jesuítica de Corpus, confió que “luego de la conservación va a volver para ser expuesta en el centro de visitantes de Santa Ana”.
Compromiso
Una vez más, los especialistas coincidieron en la importancia del compromiso de los vecinos para con la historia del lugar, clave en estos procesos de recuperación de material histórico y de gran valor para toda la región.
Así, en un informe reciente de este medio, Alejandra Smith puntualizó: “El trabajo de arqueología que hago se forma con equipos locales, se capacita a gente de la zona para que acompañe en las intervenciones en cada pueblo jesuítico. Son vecinos a los que le interesa el tema y nos acompañan en la excavación y limpieza de las piezas encontradas”.
Al mismo tiempo, reconoció que en paralelo se “está haciendo un trabajo muy interesante en las escuelas primarias y secundarias con los jóvenes para que ellos tengan registro de su historia”.