Travesía por lo tradicional y lo nuevo

Hace 38 años que la carpa de artesanías acompaña la Fiesta Nacional del Inmigrante, convocando a artesanos del país y de países vecinos, quienes con sus propuestas innovadoras y tradicionales hacen de este pabellón un gran paseo rico en historias. 

El espacio año a año se consolida dentro del circuito de ferias por su trayectoria y la masiva concurrencia de público. 

Y esta conjugación de experiencia en el quehacer con nuevos emprendedores es la esencia de cada una de las ferias de la fiesta.

Desde la organización detallaron a El Territorio que entre las ferias se cuentan: la de artesanías, la institucional interior, institucional comercial y la institucional exterior. En total son alrededor de 132 expositores, de los cuales 45 tienen sus productos en la feria de artesanías que se encuentra a unos metros de la entrada por calle Ucrania en una gran carpa. 

Entre artesanos locales y otros que llegaron desde Córdoba, Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe, se dieron relatos de algunos de los artistas que ponen esa maravillosa cuota de creatividad a este colorido paseo de habilidad manual e inventiva.  

Edith Feltan se describió como “bien barranquera”, oriunda de las orillas del río Uruguay, y se presentó con su característico modo de hablar.

La mujer contó que participa de la feria de artesanías desde su primera edición hace 38 años, exponiendo sus cuadros al óleo, pintados con espátula y que lucen dulces y rurales paisajes misioneros. Aseguró que esto responde a lo que pide la gente y se enorgullece de mostrar “a los chicos de hoy” cómo eran un molino de harina o los galpones tabacaleros. Sobre aquellas pasadas primeras ediciones de la fiesta recordó, “el primer año estuvimos sin ninguna chocita ni arreglo, el segundo año tuvimos una chozas que nos hacían reír pero estábamos felices. Hoy en día somos todos más complicados, queremos aires y otras comodidades, pero en fin, crecimos y estamos contentos con nuestra fiesta”. 

Indicó sobre el movimiento de ventas que “los turistas ya llevaron cuatro cuadros, aunque es muy poca la venta, se venden más artesanías en tela por ahí. Con los años las ventas se vienen dando para atrás, se vende cada vez menos y pienso que tiene que ser así porque la gente tiene que pagar sus cuentas, comer y después si sobra se compra arte, yo entiendo”.

Y sonrió orgullosa al reconocer que fueron los obereños los que se llevaron sus obras más grandes: “En una noche vendí dos cuadros de tamaño importante”.

La artista expresó que por su amplia trayectoria, ya piensa en retirarse, al menos de su stand en la feria.

“Este es el último año en la carpa, tengo muchas anécdotas, pero basta ya, ahora vamos a venir a disfrutar de la fiesta, comer en las colectividades toda la comida que hay, tomar todas las bebidas que tienen”. 

Contenta con su participación desde la primera hora y del crecimiento de la fiesta, dejó entrever un histórico reclamo de los artesanos y es que puedan acceder a un predio propio y cómodo. Sólo de esta manera, podrán dejar la carpa donde depende de lo que trae la jornada, deben hacerle frente a las tormentas, al frío, al calor.

Creador de magia 

En tanto, Daniel Aguilar es titiritero y marionetista hace 48 años; oriundo de Entre Ríos, de joven emigró a Buenos Aires para desarrollar el oficio de artesano, fue por esos tiempos que comenzó a fabricar los muñecos. Es además, docente y orfebre. Y fue uno de los pioneros de la feria en plaza Francia.

Señaló que “hace muchísimo hago marionetas, que es un arte el fabricarlas y también aprender a usarlas, porque cada hilo es un movimiento, pueden ser simples o más complejas. Por ejemplo tengo una marioneta que tiene mucho movimiento, mueve la oreja, baila, salta, se sienta, se para, camina. Y esto para enseñar a los pibes es genial, porque entrena la motricidad y la creatividad”.

El feriante que ya estuvo en el Parque de las Naciones en varias ocasiones refirió que “las ventas van bien, yo nunca me quejo, yo recorro el país con las marionetas y con otras artesanías, con esta ocupación que es mi pasión compré mi casa, mis hijas fueron a la universidad”. Contó que como reconocido artesano de marionetas, es convocado a charlas para psicopedagogos y docentes. “Es porque la marioneta es una herramienta para que el chico ocupe la mente en otra cosa que no sean las pantallas, es un juego tradicional que tiene muchas posibilidades; y bueno, a mí me preocupan los adolescentes y por eso me gusta que me convoquen y poder hacer mi aporte”.

Novedosas lámparas 

Fabián Rodríguez representa la innovación permanente en la tarea del artesano. Es la primera vez que el joven oriundo de la provincia de Buenos Aires llega a Misiones con sus propuestas poco convencionales y que captan el interés sobre todo de niños y jóvenes. Su espacio del pabellón de artesanías sobresale del resto por su estética de fondo oscuro que contrasta con las luces multicolores.

Fabián realiza unas lámparas led con puerto USB que tienen la forma de una incubadora con un extraterrestre en su interior.  

“Me inspiré en un diseño muy antiguo que me trajeron hace años y hace unos doce años empecé yo a realizar mis propios modelos”, remarcó. 

Es además diseñador gráfico y dibujante y arribó a la feria de Oberá con un grupo de colegas, para abaratar costos. “Esta feria es muy linda, es la primera vez que vengo, me invitaron y aunque no soy mucho de salir a ferias, lo estoy haciendo y disfruto de viajar y conocer gente, Misiones tiene una gente muy cálida”, dijo. Según describió: los extraterrestres están realizados en masilla epoxi, también hay unos dragones en porcelana fría y unas esferas en fibra de vidrio. “Todo menos las luces están hechas a mano, pieza por pieza”.

Por otra parte, hoy en la octava noche de la fiesta, se realizará el desfile de las reinas de las colectividades y la elección y coronación de la nueva soberana que reemplazará a Dahiana Machado Sabbagh.