“Tiene piel de cordero pero adentro tiene el demonio”

Norma Benítez, madres de Horacelia Marasca pidió una condena ejemplar para el asesino de su hija. “Que le den perpetua” pidió
domingo 30 de agosto de 2015 | 7:00hs.
Desconsolada.
Desconsolada.

En la humilde vivienda de la chacra 181 de la capital provincial, Norma Benítez, madre de Horacelia Marasca sigue tratando de asimilar la noticia sobre que su hija de 16 años fue asesinada y descuartizada por su pareja Martín Monzón (34).

 

Cuando Territoriodigital.com llegó los chicos jugaban en el patio pero ni bien Norma dijo "quiero hablar", todos se callaron, hicieron silencio y se sentaron en el piso de la pequeña vivienda a escuchar el escalofriante relato.

 

"Lo único que le pido al juez es que le de cadena perpetua. El tipo vino a burlarse en mi cara, él pensó que iba a hacer el crimen perfecto. Él no contó que yo amaba a mí hija que yo la iba a buscar, la busqué, yo no me iba a quedar con el cuento 'se fue'. Todo lo que hizo fue de una persona depravada. Yo le miré a los ojos el día que vino a decirme que se fue con otro y me mintió en la cara, él es como dice la biblia, 'piel de cordero pero adentro tiene el demonio', no entiendo tanta saña", confesó entre lágrimas.

 

 

Sobre los movimiento de Monzón en las últimas semanas contó: “él cuando me vino a entregar el bebé, vino con el changuito, que supuestamente uso para llevar el cuerpo de mi hija y estaba todo sucio. Mi hija estaba cortando hielo para un tereré, se rompió el cuchillo y él dijo que tenía un cuchillo carnicero para regalarme y fue ese el que uso para matar a mi hija".

 

 

Luego se puso firme y con la mirada lejana reflexionó: "Él pensó que yo me iba a quedar con ese cuento, que 'se fue' pero me terminó de contar eso y al otro día me fui a hacer la denuncia. Pasaron cinco días y como ni con sus amigas se comunicó me preocupé más. El 25 fui a la Comisaría de la Mujer porque en la séptima no me daban respuestas y ahí recién se empezaron a mover".

 

El relató de Benítez no para y sigue recordando a su hija: "habíamos quedado que en septiembre me iba a vivir con ella, nunca me dijo que se iba a ir, menos dejar a su hijo. Todo lo contrario estaba contenta por la casa, hacía un mes había empezado a cobrar su salario”.

 

Respecto a lo que le diría a Monzón afirmó: "le preguntaría porque tanta saña, porque tanta maldad, porque la violencia, porque tanto daño, nadie se merece terminar como mi hija, era chiquitita y él le hizo esto, la descuartizó". En ese momento se quebró y se largó a llorar y fue contenida por sus hijos.