Sorpresa y despedida
jueves 21 de febrero de 2019 | 5:00hs.
Sorpresa y despedida
En el momento que más necesitaba un triunfo para tomar envión y subirse a la lucha por la corona de la Superliga, Boca sufrió un duro golpe: cayó 2-1 ante Atlético Tucumán en la Bombonera. El Decano fue pura efectividad, aprovechó los errores defensivos del local y se impuso gracias a los goles de Gervasio Núñez y David Barbona. Ramón Ábila había convertido el empate parcial para el Xeneize.
El campeonato le daba una ficha a Boca para animarse a apostar. Más por matemática que por rendimiento, más por historia y peso propio que por presente. Así y todo, pese a que los líderes todavía se ven lejos cuando el final ya está cerca, así y todo había una esperanza de tricampeonato sobrevolando la Bombonera.
Pero para sostenerlo el margen de error era nulo. Y el partido pendiente de la fecha 15 ante Atlético Tucumán era un atajo hacia la ilusión que no permitía otra cosa que sumar de a tres.
En ese escenario, un horror defensivo en el arranque del juego dejó el camino cuesta arriba. Iban 8 minutos cuando Matos primero guapeó y después desbordó por la derecha. El ex San Lorenzo tiró el centro al área, Buffarini pifió, Andrada dudó y Gervasio Núñez la empujó al gol.
Y desde ahí se armó un partido de ida y vuelta. Cristian Lucchetti le sacó el gol a Nandez y a Tevez. Y en el área de enfrente Matos estuvo a centímetros de ampliar la cuenta.
En el inicio de la segunda parte, Alfaro decidió el ingreso de Mauro Zárate por Reynoso, jugándole un pleno al desequilibrio individual. Lechuga interpretó lo que finalmente ocurrió: con el correr de los minutos, el Decano se fue refugiando cada vez más. Pero a los 16’, Ramón Wanchope Ábila, de arremetida, a pura potencia, puso el 1-1 y le devolvió la ilusión.
La siguiente movida del DT fue apostar por el doble 9: a la cancha, Benedetto, afuera el capitán Tevez. La búsqueda, pleno peso en el área. Sin embargo, los problemas defensivos volvieron a cobrarle aduana a Boca. A los 25’, tras un rebote de un intento de Leandro Díaz, David Barbona volvió a sorprender y marcó el 2-1.
El tren de la Superliga quedó lejos para Boca: quedó a diez unidades de Racing y Defensa y Justicia, los líderes.
El campeonato le daba una ficha a Boca para animarse a apostar. Más por matemática que por rendimiento, más por historia y peso propio que por presente. Así y todo, pese a que los líderes todavía se ven lejos cuando el final ya está cerca, así y todo había una esperanza de tricampeonato sobrevolando la Bombonera.
Pero para sostenerlo el margen de error era nulo. Y el partido pendiente de la fecha 15 ante Atlético Tucumán era un atajo hacia la ilusión que no permitía otra cosa que sumar de a tres.
En ese escenario, un horror defensivo en el arranque del juego dejó el camino cuesta arriba. Iban 8 minutos cuando Matos primero guapeó y después desbordó por la derecha. El ex San Lorenzo tiró el centro al área, Buffarini pifió, Andrada dudó y Gervasio Núñez la empujó al gol.
Y desde ahí se armó un partido de ida y vuelta. Cristian Lucchetti le sacó el gol a Nandez y a Tevez. Y en el área de enfrente Matos estuvo a centímetros de ampliar la cuenta.
En el inicio de la segunda parte, Alfaro decidió el ingreso de Mauro Zárate por Reynoso, jugándole un pleno al desequilibrio individual. Lechuga interpretó lo que finalmente ocurrió: con el correr de los minutos, el Decano se fue refugiando cada vez más. Pero a los 16’, Ramón Wanchope Ábila, de arremetida, a pura potencia, puso el 1-1 y le devolvió la ilusión.
La siguiente movida del DT fue apostar por el doble 9: a la cancha, Benedetto, afuera el capitán Tevez. La búsqueda, pleno peso en el área. Sin embargo, los problemas defensivos volvieron a cobrarle aduana a Boca. A los 25’, tras un rebote de un intento de Leandro Díaz, David Barbona volvió a sorprender y marcó el 2-1.
El tren de la Superliga quedó lejos para Boca: quedó a diez unidades de Racing y Defensa y Justicia, los líderes.
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