Sin escuela, pero con la voluntad intacta para enseñar y alimentar

La Escuela 850, ubicada en el barrio Santa Rosa del kilómetro 1 de Eldorado, intenta sobreponerse al incendio sufrido el pasado martes 6 que la dejó sin edificio. Para que los alumnos no se queden sin desayuno o merienda, las clases se trasladaron al lindante quincho comunitario.
“Eran las tres de la manaña cuando recibí un mensaje de una vecina contando que mi escuela se estaba incendiando”, recordó la directora María Culshaw.
La sorpresa se transformó en dolor: “Cuando llegué al lugar  vi a los vecinos que con baldes de agua intentaban sofocar el fuego hasta que llegasen los bomberos, fue muy triste, una parte nueva de la escuela también quedó muy dañada”.
La docente se refiere a la nueve sede escolar, que está en obras, ya que el viejo edificio presentaba serias falencias, incluido el deteriorado sistema eléctrico que habría iniciado el siniestro.
Pero como la escuela cumple un importante rol asistencial en el barrio Santa Rosa, las clases se tenían que restablecer a como dé lugar.
Por ello, la directora le propuso a su plantel docente proseguir el dictado en el quincho del barrio, pese a que no hay espacio para todos al mismo tiempo. Ante esta situación, los alumnos de tercero, cuarto y quinto grado concurren a la mañana y mientras que los de primero, segundo, sexto y séptimo lo hacen por la tarde. Todos reciben la copa de leche, vital más que nunca en tiempos de recesión económica.
Culshaw y las ocho docentes a su cargo, más los profesores de áreas especiales, no enseñan nuevos contenidos, pero sí realizan un repaso de lo estudiado durante el año, reforzado con trabajos prácticos y lecciones orales. Los del primer ciclo hacen hincapié en lectoescritura.
A la 850 asisten niños provenientes de familias de muy escasos recursos que no tienen otra escuela cercana.
A pesar del impactante incendio y de las limitaciones que deben afrontar, durante la visita de El Territorio los chicos se mostraron muy activos y alegres, con el acompañamiento incondicional de sus maestras.
Mientras tanto, con asistencia de la Municipalidad de eldorado y la Cooperativa de Electricidad (Ceel), comenzaron los trabajos de refacción del edificio siniestrado. La comuna aportó materiales y la entidad de servicios, la mano de obra.
Ademas, desde el establecimiento se solicitó colaboración a la comunidad. Se necesitan puertas, ventanas, sillas, mapas varios para colgar, muebles y manuales de sexto y séptimo grado que se consumieron en el incendio.