“Si trabajamos lo hacemos en serio”

domingo 03 de noviembre de 2019 | 5:00hs.
“Si trabajamos lo hacemos en serio”
“Si trabajamos lo hacemos en serio”
María Elena Hipólito

Por María Elena Hipólito sociedad@elterritorio.com.ar

No es una enfermedad ni un padecimiento. El síndrome de Down es una alteración genética que se produce en el momento de la concepción; esta alteración, también llamada trisomía 21, hace que dentro de los 23 pares de cromosomas que todas las personas tienen, aquellas con síndrome de Down tengan tres en el par número 21.
Es la causante de que las personas con este síndrome tengan una discapacidad intelectual, no obstante, esto no les impide realizar actividades recreativas, ir a la escuela y hasta acceder al mercado laboral.
Si bien está habiendo una apertura de distintas entidades estatales y empresas privadas, hasta el año pasado más del 70% de las personas con esta condición no tenía empleo, según el informe de la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra).
Es por ello que Marcos Vicenti (22) y Lara Hassan (25) son un ejemplo para todos los demás. Superaron barreras y dieron cuenta por ellos mismos de las capacidades y de la voluntad que tienen para afrontar nuevos desafíos.
Marcos se desempeña en la mesa de entrada del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (Iplyc), mientras que Lara lo hace en el Palacio de Justicia, específicamente en el Registro Público de Comercio.

Un tipo responsable
La familia es el pilar al momento de la estimulación, el acompañamiento y la guía en todos los procesos de sus vidas desde que nacieron, marcaron fuertemente sus vidas.
“Me gusta estar acá y me gusta mi papá porque él es mi socio”, contó Marquitos lanzándole una mirada tierna a Andrés, su padre, que lo acompaña en todo. El joven, que trabaja por la mañana y cursa sus estudios por la tarde, arrancó hace tres años como niño cantor en los sorteos de la quiniela, también participó en el programa Gurises Felices con el que viajaba por el interior de la provincia, hasta que finalmente obtuvo un puesto efectivo en la gerencia de mesa de entrada. Ahora tiene un sueldo, obra social y cumple su horario de media jornada como cualquier empleado del lugar.
Marcos se ganó el cariño de todos sus pares por su simpatía y compañerismo. Se define como una persona responsable, predispuesta, muy chistosa y uno de los mejores preparadores de mate.
“A mí esto me parece fantástico por el hecho de que hay mucha gente que necesita y no le están dando lugar. Todavía no entiendo por qué, pero hace muchos años que venimos luchando los que estamos de este lado para ver si podemos tener una buena inclusión”, sostuvo el padre de Marcos sobre esta oportunidad.
Mientras, su compañera de mesa de entrada, Vanesa  Ferrer, contó cómo es trabajar todos los días con él: “Es hermoso, nos enseña todos los días algo nuevo, es re dulce, compañero. Prepara los mejores mates, es sociable, nos colabora un montón y está predispuesto a todo. Cantamos mucho, yo hago de Thalía y él de Maluma”.

El sueño de la selección
Si hay algo que a Lara no le falta es la confianza. Sus palabras son seguras y en cada frase expresa sin rodeos lo que quiere para su vida. Lara tiene 25 años pero parece que vivió un montón porque no se queda quieta y todo el tiempo busca aprender algo nuevo.
Una vez terminados sus estudios secundarios, hizo cursos de masoterapia (es masoterapeuta), de operador de PC y de cocina. Pero fundamentalmente lo que más ama es el río y el canotaje. “A mí me encanta remar. Mi sueño es llegar a la selección de canotaje”, señaló emocionada.
En lo que a lo laboral se refiere, Lara cumple un rol de mucha responsabilidad y ella se lo toma de esa manera. “Soy la encargada de cargar archivos documentales, cargo y guardo los expedientes en el sistema”, explicó sobre su tarea en el Registro Público de Comercio desde mayo.
Respecto de sus compañeros, destacó: “Todos me quieren, realmente me gusta trabajar, necesito trabajar para fortalecerme, para crecer mejor. Recibo mucho amor. Si algo me pasa, ellos se preocupan, me preguntan qué me pasa”.
Desafortunadamente, aún hay personas cuyas actitudes y comportamientos dejan mucho que desear y Lara fue víctima de una de ellas. Ante un comentario despectivo, todos sus compañeros le hicieron frente a la situación y la defendieron.
Sobre esas situaciones desagradables, ella afirmó: “Lo ignoro, chau, me voy para otro lado. Tenemos todos los mismos derechos. Si nosotros queremos trabajar, nos ponemos serios y trabajamos en serio”.
Alejandra Von Knobloch es la mamá de Lara y tanto ella como los demás miembros de la familia ayudaron a que sea totalmente independiente.
“Nosotros vimos que Lara necesitaba algo más, necesitaba esa independencia laboral y se dio esta oportunidad. La inserción fue fantástica, sus jefes y compañeros la recibieron de una manera fenomenal, la tratan como una más, tiene sus responsabilidades, cumple horario, tiene los mismos derechos y obligaciones que todos”.
Y agregó: “Todo lo que ella se propuso lo fue logrando a su manera y a su tiempo. Para ella el ‘no se puede’ no existe, a veces la tenemos que parar un poco porque se lleva el mundo por delante”.
Por último, la jueza Gabriela Canalis, jefa de Lara, aseguró que tiene un gran potencial: “Ella aporta y va a aportar mucho más porque no permite que la dejemos estancada en un lugar, siempre está buscando más. Donde va Lara todo el mundo sonríe. Ha abierto caminos entre nosotros que no conocíamos”.