Senderismo y educación ambiental en el Teyú Cuaré

miércoles 20 de noviembre de 2019 | 5:00hs.
Senderismo y educación ambiental en el Teyú Cuaré
Senderismo y educación ambiental en el Teyú Cuaré
El Parque Provincial Teyú Cuaré, ubicado en San Ignacio,  preserva 78 hectáreas en el área de transición entre la selva y las pasturas del sur. En su extensión guarda secretos de la historia y la naturaleza. Como la sutileza del tiempo moldeando rocas y árboles o los restos de construcciones que los lugareños aseguran fue la casa-refugio del jerarca nazi Martin Bormann. Un enigma que atrae a científicos de todas partes.    
Esta porción de monte con ventana al río Paraná antes de convertirse en una reserva fue -en la primera mitad del siglo XX- paisaje e inspiración del escritor Horacio Quiroga, que la describe en varios de sus relatos y cuentos. 
Por todo ello, visitar el parque, al que se accede por un camino de tierra en buenas condiciones, a seis kilómetros del casco urbano, es una oportunidad única para probar destreza física y maravillarse con el entorno.
Desde el área de administración señalaron que la primavera marca el inicio de la temporada alta con mayor movimiento de turistas, aunque todo el año hay visitantes y todas las personas pueden disfrutar del paseo que tiene circuitos con distintos niveles de dificultad.    
El guardaparque Leandro Javier Nether en diálogo con El Territorio precisó que “los fines de semana pueden llegar 300 personas a visitar el parque y entre semana, unos 50 visitantes”.
Atraídos por el peñón y sus leyendas arriban personas de toda la provincia y del país y muchos extranjeros.

Paseos
El parque tiene cinco senderos, todos señalizados y autoguiados. Cerca del ingreso en el parquizado superior se halla el espacio para acampar, que tiene capacidad hasta tres carpas. La estadía límite es de 48 horas. 
Luego se inician los dos senderos de baja o ninguna dificultad: el Mirador de la Luna de 400 metros y el Mirador del Guardaparque de 150 metros de longitud.
En tanto, los senderos principales son de dificultad media y elevada. Cada uno tiene 600 metros de extensión. El primero lleva hasta la superficie del Peñón Reina Victoria, 120 metros sobre el río, y para llegar se deben bajar los casi 300 escalones de piedra. El regreso es por el Sendero Lapacho, que tiene carteles con algunas de las especies de árboles y plantas nativas.
Por último está el sendero de mayor dificultad que conduce por los secretos muros de lo que sería la casa de Bormann. De las ruinas y vestigios se pueden observar dos construcciones que están a 500 metros y 100 metros. 
El parque provincial, además de ser un centro turístico, es un área de investigación y conservación de la flora y fauna. Entre sus objetivos se encuentra la educación ambiental con iniciativas con la comunidad y las escuelas. En este marco se inauguró recientemente el Vivero Urunday del Peñón, espacio donde se lleva adelante un proyecto de plantas nativas con el Ministerio de Ecología y el BOP 100.
Nether refirió: “Tenemos como meta sacar 1.000 plantines de árboles nativos que se plantarán dentro del parque y se utilizarán para arborizar espacios públicos. La idea es trabajar con la Municipalidad y las escuelas en concientización”.

Para agendar
Aventura.
El ingreso al parque es por calle de tierra a seis kilómetros del centro de San Ignacio. Está abierto al público de 8 a 19.30 en verano. Se puede llegar con auto particular, remís o bicicletas que se alquilan. No se cobra entrada. Cuenta con agua potable y sanitarios.