Semana clave para el futuro de Santa Cruz

La agenda de esta semana será atravesada por la continuidad del debate oral contra Rocío Fiorella Santa Cruz (33), la abogada y ex Miss Argentina, acusada de provocar la muerte de Ramón ‘Topo’ Cabrera (53) en un siniestro vial ocurrido en 2016.
El debate, que arrancó el jueves pasado, será retomado el martes con la declaración de al menos seis testigos, en tanto que para el miércoles hay más personas citadas a prestar testimonio ante el titular del Juzgado Correccional y de Menores Dos, César Raúl Jiménez, a cargo del tribunal unipersonal que dirige el proceso.
Tal como reflejó El Territorio, la primera audiencia estuvo marcada por la participación de dos licenciados en criminalística y peritos que detallaron sus informes y expusieron sus conclusiones respecto al hecho investigado.
Según las pericias contempladas en el expediente, al momento del hecho, Santa Cruz conducía alcoholizada y en exceso de velocidad, en tanto que luego del siniestro la mujer continuó su marcha hasta su casa y la Policía recién pudo llegar a ella varias horas después gracias al aporte de algunos testigos del accidente, fundamentalmente el de un taxista.
Los peritos que declararon el jueves fueron Juan Carlos Vázquez (perito policial) y Rubén Rodríguez Dos Santos (perito de parte), sobre quienes tanto la fiscal María Laura Álvarez como los letrados defensores de Santa Cruz, Eduardo Paredes y José Luis Rey, interrogaron en puntos que determinaron importantes.
Uno de ellos fue la velocidad de los rodados. Ambos peritos señalaron que el Peugeot 408 de Santa Cruz circulaba a 68,58 kilómetros por ahora, cuando el máximo permitido sobre la avenida Quaranta es de 60, en tanto que no se pudo determinar a qué velocidad iba la moto de Cabrera.
En este punto, a diferencia de Vázquez, Rodríguez Dos Santos, estimó que la diferencia entre ambos rodados habría sido de entre 10 y 15 kilómetros por hora, y eso podría definir la violencia del impacto.
“Se estima que el impacto no fue fuerte, sino que desplazó a la moto, la empujó. No fue un impacto muy fuerte porque no hay mayores daños en el auto y la moto”, argumentó el perito de parte.
Minutos antes, Vázquez había expresado que “impacto que realiza el auto fue un contacto leve porque no produce deformación de los ejes de la motocicleta”.
Otro punto debatido fueron las medidas de seguridad de la víctima. Los dos especialistas que declararon coincidieron al afirmar que el casco de Cabrera no estaba homologado y no estaba preparado para proteger el cráneo ante un accidente de este tipo.
Además de ello, Vázquez indicó que “no se pudo establecer si él -por Cabrera- llevaba puesto o no el caso al momento del impacto”, aunque luego expresó que “si lo llevaba puesto también pudo haber pasado que se le salió en el impacto”, en tanto que su colega fue más directo: “Por la lesión que tuvo en el cráneo, no creo que haya tenido el casco”.
En cuanto a si la motocicleta tenía luz, indicaron que por las daños no se pudo determinar si funcionaba o no al momento del accidente. 

Lo que se viene
En este contexto, el debate se retomará el martes y se prevé la declaración tanto de policías que intervinieron en la localización de Santa Cruz, como médicos forenses que trabajaron en la determinación de la causal de muerte de Cabrera.
Entre los policías que se presentarán esta semana, declararán tanto la uniformada que le practicó el alcotest a la imputada como la bioquímica interviniente, cuyos aportes serán clave para debatir sobre la cuestión del alcohol al volante.
Según lo consignado en el auto de elevación a juicio, Santa Cruz se sometió a un examen de alcoholemia a las 11.50, casi seis horas después del accidente, y arrojó 0,88 puntos, cuando lo máximo permitido en ese momento era de 0,5, ya que todavía no estaba vigente la ordenanza de alcohol cero en Posadas. Sin embargo, un cálculo retrospectivo marca que, al momento del hecho, la mujer tendría 1,45 puntos y la bioquímica que realizó esta proyección deberá explicar los alcances de esto.
Por su parte, las pericias del caso indican que Cabrera también se encontraba alcoholizado con 1,59 puntos.
En la semana también declarará un automovilista que circulaba por el lugar al momento del accidente e incluso llegó a estar en la mira, hasta que se determinó que el vehículo involucrado en realidad era el de Santa Cruz.
Una vez que terminen las testimoniales, será el turno de la ronda de alegatos, donde tanto la fiscal como la defensa de la imputada deberán exponer sus argumentos y efectuar sus respectivos pedidos al tribunal, cuyo presidente será el encargado de  emitir sentencia.
Santa Cruz está acusada del delito de homicidio culposo, el cual prevé penas de hasta cinco años de prisión en caso de que se hallada culpable.