Se paraliza el continente

sábado 10 de noviembre de 2018 | 5:00hs.
Se paraliza el continente
Se paraliza el continente
 No hay duelo futbolístico en el mundo que se parezca al Boca-River. Tiene a millones de personas pendientes de su resultado, influye en el estado de ánimo y salud de sus hinchas por varios días, y ha provocado divorcios de parejas y peleas entre amigos y parientes.
Una rivalidad tan apasionante que se verá potenciada a partir de hoy a las 17, cuando se enfrenten en la Bombonera en el primero de los dos duelos por la final de la Copa Libertadores, algo inédito en la historia del torneo continental.
“Boca y River han puesto al fútbol argentino en una lugar donde nunca antes había llegado”, destacó el técnico de Boca, Guillermo Barros Schelotto, en la previa del primer choque. “Un fútbol argentino muy castigado a nivel selección por los resultados más allá de lo que pase, hoy el mundo habla de esta final y es un logro muy importante”, agregó.
“Se va a jugar un partido especial, histórico, y somos privilegiados de poder vivirlo”, coincidió su colega de River, Marcelo Gallardo.
Boca aspira a ganar la séptima Libertadores de su historia y así igualar el récord de Independiente, apodado ‘Rey de Copas’. River, por su parte, ostenta tres.
Cada clásico es diferente y en una final no cuentan los antecedentes, se suele decir. River, no obstante, está un paso adelante en el pronóstico.
Ante todo muestra un juego colectivo más consolidado, con una dupla de marcadores centrales (Jonatan Maidana y Javier Pinola) que asume grandes riesgos en el mano a mano y son la génesis del ataque. En el mediocampo Gonzalo Martínez, en estado de gracia goleadora contra Boca, y Exequiel Palacios son hoy los jugadores más determinantes del conjunto millonario, por su dinámica y contracción táctica.
Boca no luce como equipo, pero se recuesta en la abundancia de sus figuras. Hoy puede darse el lujo de dejar en el banco a Tevez, FerGago y al colombiano Cardona. En ataque, tiene a sus dos goleadores Ramón Abila y Darío Benedetto en gracia. Boca definió siempre de visitante en la fase eliminatoria de la actual Libertadores. En cada serie, marcó dos goles de local.
La final ha alterado los ánimos en Argentina, donde la mayoría de su población de unos 40 millones de habitantes divide su pasión entre River y Boca.
Los dos deberán tener especial cuidado con las amonestaciones. Entre ambos suman diez jugadores con amarillas acumuladas, por lo que si el árbitro chileno Roberto Tobar les saca otra quedarán suspendidos para disputar la revancha. Maidana, Pinola, Martínez, en River, y Pérez en Boca son algunos de ellos.

Cambió sobre la marcha

Las finales estaban programadas en primera instancia para los miércoles 7 y 28 de noviembre, pero por cuestiones de seguridad se solicitó moverlas al 10 y 24.