Salvando las distancias

jueves 10 de septiembre de 2020 | 5:00hs.
Sociedad
Sociedad
Una sorpresa de música, juegos y dulces recibieron los niños del jardín Mi mundo grillo con la visita a sus hogares de docentes de la institución.

Los chicos y las maestras se reencontraron luego de casi seis meses de verse solo por las pantallas, desde que se suspendieron las clases presenciales el pasado 13 de marzo en la provincia por causa de la pandemia de coronavirus.

Las maestras Verónica Benítez, Itatí Haedo y Soledad Colella llevaron serenata hasta las puertas de sus alumnos en una experiencia pedagógica única.

“Decimos que fue una experiencia única e inédita porque nunca nos pasó algo así de que se suspendan las clases por tanto tiempo y no poder ver a nuestros alumnitos y que ellos no pueden verse con sus amiguitos. Fue una actividad pedagógica y también muy humana, emotiva y con mucha alegría”, relató la maestra de música Soledad Colella sobre la banda de música que improvisó junto a sus colegas para llegar a 24 familias.

“Fue una idea de la mae Itatí, lo consultamos con la directora del jardín Leticia Ferreyra y ella nos dio el visto bueno y se comunicó por correo electrónico con los padres para ver qué les parecía. La respuesta de los papás fue genial, se re engancharon. Y bueno les dijimos que la visita sería con todos los cuidados y que no se sientan en la obligación de invitarnos a pasar, que podíamos jugar y cantar en la vereda o el patio”, agregó Colella.

Con todos los detalles de seguridad, cuidado y didácticos engranados, las serenatas se hicieron entre el jueves pasado y el sábado.

El Territorio acompañó en un trayecto del itinerario musiquero.

“El jardín tiene orientación musical y es maternal y de infantes, este año las salas de 1 y 2 años debieron cerrar porque sabíamos que no se retomaría, pero sí seguimos trabajando conectados con los peques de salas de 3, 4 y 5”, contó Colella.

En los últimos meses se trabajó desde plataformas en vivo, mediante videos grabados y videollamadas, “pero no todos los chicos se conectan, hay que tener en cuenta que son niños muy chiquitos todavía, y no es sencillo tenerlos frente a una pantalla, entonces era esencial poder estar con ellos un ratito. Nos llenó de emoción ver cómo los peques se reían y cuando nos íbamos se quedaban gritando ‘mae las queremos’”.

Crecer juntos

“Nuestro rol docente sólo existe si están los niños -reflexionó-. Es un vínculo que se retroalimenta en la enseñanza aprendizaje y en la presencia. Por eso era tan importante tener este momento con los chicos, que sepan que estamos y que pronto, cuando pase todo esto de la pandemia vamos a volver al salón de clases”.

Lo cierto es que la propuesta fue bienvenida y también los padres y hasta los abuelos se sumaron a corear canciones, tocar la pandereta y a jugar y saltar.

Las salitas tienen encuentros virtuales los lunes con música y los miércoles con los contenidos comunes del nivel inicial.

“Vamos a seguir encontrándonos por pantallas, no sabemos si puede salir otra actividad como la que hicimos, lo vamos a analizar. Lo que tenemos en vista es poder realizar el tradicional concierto de fin de año, de la manera que sea posible. Tenemos la esperanza de que para esa fecha ya podamos vernos, pero si no es así lo haríamos con una actividad más chica, transmitida por streaming. Es algo que se está evaluando y que va a depender de la situación sanitaria”, concluyó la docente.