River-Boca, final de Copa Libertadores: "La pasión al límite"

domingo 18 de noviembre de 2018 | 6:00hs.
River-Boca, final de Copa Libertadores: "La pasión al límite"
River-Boca, final de Copa Libertadores: "La pasión al límite"
Diego Vain

Por Diego Vain deportes@elterritorio.com.ar

Cómo le explicás a alguien lo que te corre por las venas durante un partido. Cuando ves los colores de tu equipo. Cuando la pelota infla la red y la garganta te explota con un gol.

Cómo hacés para que un desconocido entienda que hiciste más de 1.000 kilómetros para empaparte y que decidiste pasar una noche en un colectivo. Pero nada de eso importa cuando subís los escalones y ves el verde césped, como les pasó a los fanáticos de Boca la semana pasada.

Cómo pretendés que la lógica de lo cotidiano encaje en la del fútbol. No se puede, porque lo que rodea al fútbol tiene su propia lógica y dentro de ella se genera un mundo único.

En el interior de ese mundo podemos comprender que haya historias como las de Fernando, Sergio y Jimena, que aguantaron todo para ver a Boca en la Bombonera. Podemos incluso entender que haya que consultar a cardiólogos, porque al corazón también hay que cuidarlo y porque muchas veces corremos el límite de la pasión y eso se puede transformar en algo malo.

Tan complejo es el mundo de la pasión que no basta solamente con una definición de diccionario. Hay que mover la mirada e ir un poco más allá, porque, como cualquier fenómeno social, el fútbol pasa a ser más que “sólo un deporte”.

“Se juegan identidades y pertenencias muy fuertes y a veces de una manera muy desmedida, llegando hasta perder esta lógica de oposición de un juego”, explicó el antropólogo Hernán Cazzaniga.

Perdemos el foco, mezclamos las cosas y ahí es cuando deja de ser “sólo fútbol”. Cuando nos pasamos del límite de la pasión por no saber medir, por no poder disfrutar de un juego.

La final superclásica de la Copa Libertadores entre Boca y River, entre River y Boca, puso sobre la mesa nuevamente el debate sobre cuál es el límite de la pasión, hasta qué punto disfrutamos del juego y cuándo se transforma en sufrimiento.

Desde nuestro lugar preferimos parar la pelota y hacer una pausa, sabiendo que muchas veces los medios somos parte de esta exacerbada locura, que corremos el límite y no ponemos un alto en el momento adecuado.

Esto es fútbol, un deporte. Somos parte de la historia y tenemos que disfrutar esta final como tal. Con la pasión (bien entendida) que se merece, pero a la vez sin perder de vista que es un juego, quizás uno de los más lindos del mundo, y tenemos que cuidarlo.

“Tenemos cierta incapacidad del disfrute, por el miedo a perder”

Eduardo Caimi estuvo a cargo del ‘relato relajado’ de radio Colonia y lo hará de nuevo en la revancha copera.
El que habitualmente lo escucha en radio Mitre reconoce al instante su forma de relatar, su manera de ver el fútbol y su tono de voz, que lo hacen único.  Pero se habrán llevado una linda sorpresa cuando, hace una semana, decidieron elegir un relato diferente y bajar los decibeles.

Eduardo Caimi se hizo cargo del relato zen que propuso radio Colonia (una emisora uruguaya que se escucha en la Argentina). Fue una alternativa para quienes tienen problemas cardíacos y para quienes decidieron probar algo diferente en la primera final de la Copa Libertadores entre Boca y River.

“La idea era hacer una transmisión distinta. Hacerlo desde el punto de vista de la salud. Me convocaron desde una agencia de publicidad, hice un casting de relatores, hicimos unos ensayos y tuve que adecuarme a lo que pedían y que sea apto para cardíacos”, contó el Polaco.

“Fue una aventura. Es circunstancial y una experiencia puntual, pero para mí fue algo extraño, rarísimo. Era un león enjaulado. Me hacían señas para que frene. Hasta en el relato me pedían que me frene”, recordó entre risas el relator y reconoció que “se me salió varias veces la cadena”.

Es que la pasión no sólo es propiedad de los fanáticos, ya que los relatores marcan su identidad con su estilo. Así que cambiarlo no fue nada fácil y menos en un Superclásico.

 “Tuve que bajar muchos niveles para acomodarme al rol. Yo tengo otra impronta, más allá de si gusta o no, y luego seguiré por ese camino. Ojalá esta experiencia le haya servido a mucha gente para poder disfrutar”, comentó Caimi.
Es que esa fue una de las claves del novedoso relato: que la gente pueda disfrutar. Algo que parece a los argentinos nos cuesta y bastante en estos tiempos.

“Tenemos cierta incapacidad del disfrute por el medio a perder. En ese escenario se dio esta idea”, explicó Caimi y agregó que “el evento es único e incomparable. Somos contemporáneos de algo excepcional”.

“Creo que el otro día los jugadores tuvieron un partido extraordinario, que no dejó margen a las dudas. Que apostaron a jugar, no fueron por los golpes y no trataron de sacar ventajas. Pero hay muchas personas que la pasan mal. Que no duermen, que se ponen nerviosas y en esto tiene mucho que ver el miedo a perder y el que pierda le va a doler, pero una derrota circunstancial de Boca o River no les van a cambiar la historia a los clubes”, aventuró el relator.

Es que desde que se supo que Boca y River se iban a cruzar en la final el tema fue ese: el que pierde quedará marcado. Y sin dudas la tristeza será parte del derrotado, pero de ninguna manera eso significa una vergüenza. En ese aspecto los medios, tenemos cierta culpa de polarizar la cuestión.

El desafío que se viene
“Repercusiones tuvo muchas, por lo original de la cuestión. Nosotros fuimos los más sorprendidos por el formato. Nos llamaron desde radios del exterior. Hubo gente que le pareció algo genial y hasta consideraron que así se deberían transmitir los partidos. Otros no lo aceptaron. Hubo reacciones de todo tipo”, contó Caimi.

Ahora, a raíz de esas repercusiones es que el fin de semana que viene se volverá a realizar el relato zen en la revancha copera.
Claro está que será diferente. El encuentro en el Monumental tendrá el aliciente de que habrá un campeón. Un dato no menor.
“La idea para el partido que viene es saludar al ganador y hacer un racconto de las virtudes del campeón. Cada uno (Boca o River) con sus características”, explicó el relator.

“Queremos hacer énfasis también en el que le toca perder. En ese momento de desasosiego. En ese momento en el que pensás en las cargadas y darles ánimo. Ambos clubes vivieron circunstancias dificultosas, pero creo hay que darle una mano al derrotado”, agregó.
Para el hombre que habitualmente transmite para radio Mitre será un nuevo desafío. Una nueva “aventura”, como él mismo definió a esa iniciativa, pero tiene claro que estos partidos pueden cambiar la historia para bien. Que pueden servir para volver a las fuentes en algunos sentidos.

“Muchas veces en estas situaciones nos alejamos del fútbol. Nos olvidamos de hablar del juego y pasamos más a la polémica. Todo lo que sirva para volver a eso es bienvenido”, aseguró y redondeó con la esencia que tuvo esta iniciativa: “La idea es tratar de serenar pasiones”.