Rabán fue declarada culpable y el caso derivará en otra investigación
Tal como había sido programado, ayer a la mañana se desarrolló la última jornada del juicio en Puerto Rico y el titular del tribunal unipersonal que llevó adelante el debate, Rubén Osvaldo Lunge, comunicó el fallo que era esperado con expectativa tanto por los familiares de los damnificados como por todo Jardín América, cuyos vecinos vienen realizando varias marchas en contra de los galenos del hospital local.
De esta forma, minutos antes de las 11, Lunge procedió a leer la sentencia en la que se declaró a Rabán culpable del delito de homicidio culposo y se la condenó a la pena de un año de prisión en suspenso y cinco años de inhabilitación para ejercer la medicina, tanto en el ámbito público como en el privado.
Pero eso no fue todo, ya que en su sentencia el magistrado también resolvió remitir todas las copias y originales de la historia clínica de la denunciante, Ramona Cóceres, y otras documentaciones en las cuales se hallaron irregularidades y/o adulteraciones.
Esta medida posibilita entonces a la fiscalía a iniciar una investigación para esclarecer lo sucedido con esas documentaciones como así también identificar a los responsables, entre los cuales podrían estar involucrados no sólo Rabán sino también otros trabajadores del hospital.
El fallo se ajustó plenamente con lo solicitado el 10 de mayo por el fiscal Jorge Fernández, quien en su alegato había considerado que Rabán era responsable en la muerte del bebé que iba a llamarse Juan Pedro Ayala y había pedido las mismas penas que ahora el tribunal dictaminó.
La defensa de Rabán, en tanto, a cargo de los abogados particulares Horacio Noguera y Elizabeth Auras, había pedido la absolución de la médica en esa misma instancia, ya que, contrario a la acusación, sostuvieron con vehemencia que el procedimiento médico fue correcto, liberando a su defendida de cualquier delito.
Ahora la defensa tiene un plazo de diez días hábiles para presentar recursos de casación.
Muerte y denuncia
La denuncia que disparó el caso fue radicada a fines de septiembre de 2012 por Ramona Cóceres, madre del pequeño fallecido.
A partir de ahí, comenzó un largo periplo de la familia damnificada para lograr el avance de la investigación que, en su momento, se topó con un aparato judicial local que funcionaba con severas fallas como consecuencia del polémico accionar del posteriormente cuestionado y denunciado juez Éctor Acosta.
Tal como informó este matutino, Rabán, que en paralelo a su desempeño en el nosocomio jardinense es médica policial, había llegado a la instancia de debate como única imputada.
Durante el proceso -que ayer culminó- se defendió de las acusaciones explicando al detalle el procedimiento al que sometió a la denunciante Cóceres, quien en la noche del viernes 28 de septiembre de 2012 fue atendida con dolores abdominales debido a un embarazo a término, según se desprende de la investigación que se realizó judicialmente.
En su defensa, Rabán también habría responsabilizado al sistema sanitario por el fallecimiento del bebé haciendo referencia a que todas las vidas estarían en riesgo, describiendo en ese contexto una serie de falencias y carencias con las que se encontrarían los trabajadores de salud para atender a los pacientes.
En lo que respecta a la secuencia denunciada por Cóceres, cuando ella llegó con contracciones al nosocomio fue atendida inicialmente por el doctor Ballena, a cargo de la guardia.
Cuando éste culminó su tarea le pasó sus pacientes a la doctora Rabán, que debía hacer seguimiento, pero al amanecer del día siguiente Cóceres refirió fuertes dolores abdominales como consecuencia de la medicación que recibió, que habría provocado expulsión de líquido amniótico y se cree que en ese contexto se produjo la muerte del recién nacido.
Esta hipótesis quedó expuesta porque el ex magistrado Acosta nunca ordenó hacer la autopsia para saber con rigor científico la causa de muerte, por lo que el expediente se sustanció en base de testimonios y pericias médicas hechas sobre el cuerpo de la denunciante, quien entre lágrimas declaró en las primeras jornadas del juicio y contó el periplo que atravesó en ese duro momento.
Apenas conocida la sentencia, el programa ‘Acá te lo contamos’ -por Radioactiva 100.7- dialogó con Rubén Ayala, esposo de Cóceres, y padre del bebé fallecido, quien evidenció una mezcla de sentimientos tras el oír el fallo. “Por fin se hizo justicia, después de casi seis años de lucha. Por suerte hoy escuchamos la sentencia y estamos feliz por un lado, pero por el otro, como se dice, a mi hijo igual no lo vamos a tener más, pero por lo menos queda esto para que en Jardín América puedan atender como se debe a la gente”, fueron sus primeras palabras. Y añadió: “Es leve la pena, pero qué vamos a hacer, la ley es así y hay que cumplir. Nosotros hubiésemos preferido que sean unos años más y una mayor cantidad de años de inhabilitación”. Sin embargo, ante ese sinsabor, se mostró aliviado al saber que sus años de lucha no fueron en vano y que tuvieron una consecuencia que podría servir a futuro. “Agradezco que se hizo justicia, pero tuvimos que andar e insistir muchísimo para llegar a esto. Nosotros somos de una familia humilde, no teníamos para pagar abogados que nos asesoren y tuvimos que enfrentar todo solos, no como la Rabán que tenía dos abogados pero ni así pudo evitar que se haga justicia, por ese lado estoy feliz”, expresó. Ante las reiteradas quejas que registran los galenos del hospital de Jardín América por parte de la comunidad jardinense, Rubén se animó a dar recomendaciones a quienes puedan llegar a atravesar una situación tan dura como la suya. “Tienen que hacer la denuncia y hay que insistir, pero tiene que hacer la denuncia si ven algo, no puede ser que siempre tapen todo. Acá adulteraron toda la historia clínica de mi señora, ni siquiera con eso lograron lo que querían, por eso yo siempre confié en la Justicia y agradezco a todos los que participaron e hicieron su parte para esto”, puntualizó.
Por Jorge Posdeley
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