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Pule su ilusión

jueves 18 de junio de 2020 | 7:00hs.
Pule su ilusión
Pule su ilusión
Diego Vain

Por Diego Vain deportes@elterritorio.com.ar

En 2015 y tras varias pruebas, Bruno Núñez desembarcó en River y empezó su camino en las inferiores del Millonario. Una lesión lo alejó del club y cuando estaba por rearmar su carrera en el fútbol de Paraguay, la pandemia de coronavirus truncó sus planes y regresó a Posadas.
Mientras espera que regrese la actividad trabaja en el lavadero de su tío y se entrena por las noches. Se ilusiona con poder vivir de la redonda, aunque sabe que es complicado y que el panorama post coronavirus será complicado.
“Con 16 cumplidos me fui a River en 2015. Quedé libre en 2016, para comenzar 2017. Me lo veía venir porque tuve un esguince de tobillo bastante feo y me perdí los últimos diez partidos. Yo venía siendo titular. Ahí me fui a Tigre, no me fue como yo esperaba. Estaba en Cuarta y Reserva y entrené con Primera”, repasó el misionero, que hoy cambió su rutina.
Bruno estaba acostumbrado a levantarse y a entrenar en una cancha de fútbol. Hoy también se levanta temprano, pero para ayudar en el lavadero de autos que su tío tiene por avenida Lavalle.
“Es una plata que me entra extra. Vengo a ayudar a mi tío, que es el que siempre me llevó a todos lados, a la prueba de River, a Paraguay dos veces. Le pregunté si necesitaba y vine a trabajar acá”, aseguró el arquero de 22 años.
El posadeño se volvió justo a Misiones antes de que cerraran las fronteras por la pandemia. Había ido a Asunción para jugar en la tercera división del vecino país, pero cuando llegó lo que habían hablado con los dirigentes del club no era lo acordado y decidió pegar la vuelta.
En ese momento un grupo de representantes se acercó con la chance de ir a probarse a Buenos Aires: “Me había salido una propuesta de un club de Buenos Aires, pero por esto de la pandemia no pude ir”.
Sin reproches por las decisiones que tomó, Bruno aguarda que pase la cuarentena para regresar a las canchas y mientras tanto se prepara en su casa. “Entreno a la noche cuando llego a casa. Tengo un equipo que me armé”, contó y agregó que “yo en este momento quiero jugar”, en referencia a la posibilidad de seguir en el mundo del fútbol.
Si bien sabe que las chances de llegar a un club de Primera División son complicadas, Bruno no pierde las esperanzas y está expectante ante cualquier oferta. “No estoy en edad de elegir”, aseguró, pero tiene un as en su manga: “Tengo el pase en mi poder”.
“Me gustaría seguir en el ámbito deportivo y tengo esperar a que se normalice la situación. Muchos clubes que tenían jugadores estrellas que cobraban un buen sueldo y que no van a aceptar una rebaja grande y a mi eso me sirve par aprovechar alguna chance”, analizó.

Una mala racha
Cuando llegó a River, Bruno demostró que tenía potencial. Jugó con el Millonario un torneo en Estados Unidos y avanzaba en las divisiones inferiores, pero una lesión lo dejó al margen de continuar en el club.
“Yo pasaba a ser Cuarta División, iba a compartir el plantel con Reserva. Había arqueros que hoy comparten el plantel de Primera como Franco Petroli y Ezequiel Centurión, que ya tenían contrato en ese momento y a mi me tocó la mala suerte”, se lamentó el posadeño.
“Los dos años que estuve tuve buenos partidos y siempre rendí bien, pero la lesión me tumbó. Estaba en mi mejor momento”, recordó y explicó lo que es el mundo River en ese sentido: “La lesión fue en un partido recreativo. Estaba jugando de delantero y me tocó lesionarme. Así es el mundo River, un día estás arriba y otro abajo. Ellos no te pueden esperar a vos”.
“Tuve la mala suerte de que me lesioné a fin de año. Quizás si me lesionaba en julio, capaz tenía posibilidades de volver bien, pero me recuperé en noviembre y en los primeros días de diciembre me esperaba la noticia”, aseguró el posadeño.
Luego de pasar por Tigre, Bruno recaló en Agropecuario de Carlos Casares, que en ese momento estaba en la B Nacional. “Me fui a Agropecuario de Carlos Casares por seis meses. Los mejores que tuve, pero cambiaron de técnico y no estuve en los planes del nuevo DT”, contó.
Es que cuando el equipo sojero era dirigido por el Chino Saja había tres arqueros en Primera y uno juvenil, que era justamente el misionero. Con el nuevo DT cambió la metodología y solamente había posibilidad para dos arqueros en Primera y por eso el de la Tierra Colorada decidió volverse.
“De julio a diciembre del año pasado estuve en Atlético Posadas y me tocó competir con Horacio Galeano. Es un buen arquero y es difícil dejarlo en el banco, porque se lo merece y ya es muy conocido. Aprendí muchas cosas en ese tiempo”, expresó.
Mientras estaba en el Decano, Bruno aprovechó para abrir su escuela de arqueros. “Tenía una escuelita de arqueros, fue una linda experiencia para mi. Me gusta enseñar. Acá hay un nivel de arqueros muy básico y me motivó para arrancar”, contó, quien analiza que esa puede ser una buena posibilidad para seguir ligado al mundo del fútbol.
Si bien la rutina cambió y mientras espera que pase la pandemia de coronavirus, Bruno Núñez se ilusiona con volver a las canchas y rearmar su carrera bajo los tres palos.