Protocolo callejero: confusión en las filas y con la distancia olvidada
jueves 04 de junio de 2020 | 11:50hs.
Protocolo callejero: confusión en las filas y con la distancia olvidada
Por Mauro Parrotta
redacción@territoriodigital.com
Una fila siempre existió. La otra jamás. Lo cierto es que en vez de
acostumbrarse, el posadeño cae en una confusión total en las colas que
se forman en la vereda de la calle Córdoba, entre Ayacucho y San
Lorenzo. Es uno de los ejemplos más notables del cambio en las calles
céntricas de la ciudad capital. Una cola es para el cajero, la otra para
entrar al local número uno de la cadena de California Supermercados.
El escenario es uno de los nuevos que representa el momento en la
provincia, el país, la región y el mundo: los protocolos para todo por
la pandemia por el coronavirus, el que en cuestión de semanas hizo
temblar al mundo en todos los sentidos, desde el sanitario al económico,
pasando por el psicológico y el físico.
En la cola de la calle Córdoba reina la confusión cuando una de las
filas, casi siempre la que se hace ahora para entrar al local
comercial, se forma casi pegada a la que hacen por el cajero y parece
una sola. Y ese parece, si se observar con atención, queda claro cuál es
cuál, pero el hombre y la mujer, la joven o el muchacho, la jubilada o
el jubilado, le es más fácil preguntar a cualquiera que está en las filas
cuál es cuál y si usted está por cuál o en dónde...
Felizmente eso no ocurre todo el tiempo, porque la fila para
entrar al local es más rápida y pronto desaparece hasta casi la puerta
de entrada. Mientras, en la cola para el cajero, la fila se demora
porque cada vez que entra uno, se tarda hasta 15 minutos. Algún día se
descubrirá porqué tardan tanto, si es por no saber operar el cajero,
porque hacen operaciones secretas que sólo a esa hora la pueden hacer, o
porque no conocen los números...
Es admirable lo que tarda la mayoría dentro del cajero. Y
lamentable que ahora que quieren bancarizar a todos, no se empieza por
crear un protocolo de lo que ya existe y nunca fue una ventaja bien
aprovechada.
Las distancias
Y todo sucede ahora sin que la gente tome la distancia obligada, en
cualquiera de las filas, para cumplir con la emergencia sanitaria y la
adaptación convenida para cada situación. Todos casi pegados a otros,
aunque eso sí, siempre apuntando a los que, como ellos, no siguen las
reglas.
Protocolos callejeros, entre lo que sucedía hasta los primeros días
de marzo, lo que sucede después del confinamiento. Con o sin app ni
otras alternativas de un primer mundo también colapsado por el Covid 19 y
de muertos.
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