Prevención de la Tortura monitoreó el asilo de Guaraní
miércoles 20 de marzo de 2019 | 3:00hs.
Los integrantes de la CPPT monitorearon el hogar Virge de Luján.
Los integrantes de la CPPT monitorearon el hogar Virge de Luján.
Por Daniel Villamea Corresponsalía Oberá
Integrantes de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT) inspeccionaron las instalaciones y entrevistaron al personal e internos del hogar de ancianos Virgen de Luján, de la localidad de Guaraní, tras la denuncia por lesiones y presunto abuso sexual en perjuicio de una sexagenaria.
Por el hecho está acusado un empleado de la institución, identificado como Javier D. (43), quien permanece detenido desde el viernes pasado por disposición de la titular del Juzgado de Instrucción Uno, Alba Kunzmann de Gauchat.
Con relación a la accionar de la CPPT, Francisco Souza comentó que “estuvimos en el hogar Virgen de Luján de Guaraní y pudimos recoger que el sospechoso venía recibiendo muchas quejas por su accionar autoritario y maltrato verbal. Sin embargo, nunca hubo una sanción ante estas quejas”.
Asimismo, el organismo hará un seguimiento del expediente penal y tiene la atribución de intervenir como denunciante por parte del Estado provincial, siempre y cuando el caso lo requiera.
En tal sentido, Souza explicó que “como comisión tenemos la facultad de monitorear todos aquellos lugares donde se encuentran personas en situación de encierro, que además de unidades penitenciarias y comisarías, incluye hogares de niños y ancianos que pueden denunciar hechos de tortura, tratos inhumanos o degradantes”.
Denuncia y actuaciones
En el marco de la investigación del hecho, la semana pasada personal tomó declaración a los responsables, empleados y ancianos alojados en el asilo.
Según el testimonio de la presunta víctima -identificada como B. (62), en la noche del pasado domingo 3 de marzo el encargado la habría forzado sexualmente, circunstancia en que padeció la fractura de la pierna izquierda.
Tal como informó este medio, el día 7 una hermana fue notificada de que la sexagenaria había sufrido un accidente. Al llegar al lugar la notó desmejorada y dolorida.
Le preguntó qué pasó y le respondió que se resbaló y se cayó, lo que encendió la primera alarma, puesto que B. no puede caminar por sus medios y se moviliza en silla de ruedas.
“Yo no quiero problemas”, mencionó al borde de las lágrimas. Ante la insistencia de su hermana, aseguró que un hombre “quería sexo”, le quiso abrir las piernas y fue ahí cuando la lesionó gravemente.
Esto movilizó a la familia y comenzaron las averiguaciones internas, pero las autoridades del asilo no habrían colaborado demasiado para aportar datos sobre la identidad del sospechoso.
El sábado 9 los familiares asumieron la responsabilidad de trasladarla al Samic, donde quedó internada.
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