Preocupación de caciques por ocupación del valle del Cuñá Pirú

martes 21 de agosto de 2018 | 5:00hs.
Preocupación de caciques por ocupación del valle del Cuñá Pirú
Preocupación de caciques por ocupación del valle del Cuñá Pirú
Reuniones reservadas en Posadas o en el valle, trámites imprevistos e improvisados y el posible silencioso avance de pobladores urbanos sobre la reserva de la Universidad Nacional de La Plata -en litigio con cinco comunidades guaraníes que ocupan varios sectores- indican la delicada línea que separa los intereses en juego por la apropiación de las casi 6000 hectáreas de reserva pegada al Parque Provincial del Valle del Cuñá Pirú.
Los caciques se muestran preocupados por lo que consideran “impropio avance en la zona de transición -límite de lotes privados con el territorio amojonado-”, que pasaría a pertenecerles cuando “la Universidad Nacional de La Plata entregue la documentación y la tenencia definitiva de este territorio”, afirman los líderes guaraníes.
 “Hemos comprobado que algunos nuevos ocupantes corren los mojones hacia nuestro sector; pocos días atrás llegó a vernos un hombre de Puerto Rico preguntando si queremos vender en la zona alta y nosotros no podemos ni queremos enajenar nada”, señaló la esposa del cacique Catriel.
Así las cosas, atendiendo los comentarios y las posiciones de las familias que están radicadas sobre Picada Kolmayer como las del valle del Cuñá Pirú, el límite en las alturas de este camino vecinal -bien conservado por la comuna- se ha transformado en ‘zona roja, no vendible’.
Poco tiempo atrás habría visitado el valle Margarita Apabilo, secretaria de Asuntos Indígenas del Ministerio de Asuntos Sociales de la Nación, “acompañada del intendente aristobuleño, quien nos pidió a los apurones un aval para proyectos a aplicar supuestamente en este valle, cosa que nosotros no podemos resolver así a las apuradas”, contó el cacique Aureliano Duarte.
Otro líder mbya señaló a El Territorio: “Vemos con mucha preocupación cómo los blancos siguen metiéndose en la reserva sin consultar, sin pedir permiso, y mintiéndonos sin vueltas, por ejemplo diciendo que tienen títulos de los terrenos. Cosa irreal porque no los muestran”. A los cabezas de familia consultadas en la zona de chacras “eso no nos consta, nosotros ocupamos sectores que no son de ellos”.
La Picada Kolmayer conduce a un sector de altura desde donde se tienen las mejores vistas del valle del Cuñá Pirú. Conocidos “ex funcionarios, agentes institucionales, reconocidos habitantes aristobuleños han comprado tierras o construyeron residencias en puntos estratégicos”. Sin embargo, algunos de estos habitantes no quisieron responder. Tampoco los agentes de la Universidad Nacional de La Plata.
La fugaz visita del abogado de los pueblos originarios Julio García impidió obtener su versión de la situación. Los caciques coincidieron en que en la Comisaría aristobuleña “casi nunca les quieren aceptar denuncias ni exposiciones sobre este asunto”. 
El cacique Juan Castillo contó: “Las comunidades respetamos los acuerdos que logramos con instituciones y personas de Aristóbulo del Valle”.
“El Sendero, una propuesta nuestra para el turismo de pueblos originarios, está vigente porque nuestros jóvenes lo trabajan y cuidan; varios arquitectos del pueblo nos explicaron su proyecto de la ruta escénica y adherimos plenamente. Coincidimos con los guardaparques en el cuidado de la fauna, persiguiendo las trampas que los cazadores instalan en la reserva. Nuestro abogado nos pidió seriedad y responsabilidad en el trato de este territorio sagrado de nuestro pueblo”.