Pozo Azul: viven en una carpa tras un pedido de desalojo

martes 11 de septiembre de 2018 | 3:30hs.
El matrimonio y sus dos niñas están debajo de una carpa desde hace varios días.
El matrimonio y sus dos niñas están debajo de una carpa desde hace varios días.
El pasado lunes Joselino Alvez Díaz (54) recibió la notificación mediante un llamado por parte de la Justicia de Paz de Pozo Azul. Debía desalojar su vivienda en la que reside hace más de diez años. La noticia para el hombre que durante toda su vida trabajó para darles a sus hijos una casa digna fue devastadora. Sintió que luego de haber ayudado, rescatado y asistido a los damnificados del tornado en 2009, estaba siendo él mismo arrasado por un tornado.
El terreno donde se domicilia lo compró de buena fe y consta de dos hectáreas. Se ubica entre lo que es la pavimentada ruta nacional 14 y el camino por donde ésta pasaba cuando aún era de tierra, en paraje Santa Rosa, de San Pedro. Sin embargo, la Justicia ordenó el desalojo de la familia ante la petición de José Ángel Dominico, quien posee varias propiedades en la zona.

El trabajo de Joselino
Joselino cuenta con un documento de compraventa que data del 2008. Una vez que obtuvo el papel y concluyó el pago de las hectáreas, trabajó duramente para construir una casa de material valuada en más de 800.000 pesos. En tanto la casa de madera que ya existía en la superficie la donó a la señora Teresa Alvez Díaz, quien se quedó sin hogar en aquel terrible tornado.
Ahora, él, su mujer y dos niñas menores están en la calle.
Con un semblante entristecido y sentimiento de impotencia y dolor, Joselino, un productor tabacalero, mostró a El Territorio las instalaciones de la casa que debe ser desalojada antes del 19 de septiembre y, al comparar donde están su esposa, Teresa Rodríguez, y sus dos hijas, de 9 y 4 años, el padre de familia se quebró en llanto.
“Yo trabajé toda mi vida, compré este terreno a Vicente Geroldi Rocendo, otro colono, y acá hace más de 50 años vivía gente, y ahora me vienen que es de José Ángel Dominico, que hasta fue mi maestro, y ahora que nos haga esto. Aparte, este pedacito de tierra, con el tema de la ruta, ni se sabe de quién es, yo no quiero perder mi casa, jamás en la vida lograría hacer una casa como esta; no puedo explicar lo que siento, pensar y ver a mis hijas baja una carpa”, indicó indignado Joselino.
En un primer momento, debía dejar la propiedad hoy, pero ante el pedido desesperado del jefe de hogar, el juez de paz de Pozo Azul extendió el plazo hasta el 19.
Además, según contó el hombre, fue intimidado cuando se presentó ante la autoridad: “No me dejo ni charlar, no vinieron a realizar una inspección o algo, traer algún papel. Sólo me dijo que si no salíamos podían llevarle presa a mi mujer y mis hijas nos serían quitadas. Por eso nos mudamos debajo de la carpa; me parece que no es así, yo soy pobre, soy un colono, de leyes no entiendo, pero soy humano y hace más de diez años estoy acá y nunca nadie vino a reclamar nada, no puedo entender esto; si yo me hubiese metido en una casa ajena, que vengan y me saquen, pero acá son 50 años de trabajo”, señaló el hombre, quien es recordado entre los vecinos como héroe del tornado.
Joselino “nos ayudó muchísimo cuando pasó el tornado. Cuando no tenemos agua, él nos brinda de su pozo perforado, ayuda siempre a la gente, mi mamá vive en la casa de madera donde él vivía antes de construir su nueva casa. Nos parece una total injusticia lo que este hombre, que es muy mal vecino, está haciendo a esta familia, nos duele mucho verlos bajo esa carpa”, sostuvo en diálogo con este medio el vecino Roberto Da Rosa.
Mientras aguardan que las autoridades competentes de derechos humanos actúen en defensa de la familia, debajo de la carpa van ubicando algunos muebles y otras cosas las llevan a la casa de algún vecino.