Por encomienda, otra modalidad para el tránsito de mercadería

domingo 07 de octubre de 2018 | 6:00hs.
Se resalta la complejidad de la modalidad, ya que para abrir una encomienda se necesita la intervención de la Justicia.
Se resalta la complejidad de la modalidad, ya que para abrir una encomienda se necesita la intervención de la Justicia.
El contrabando por encomienda es una de las modalidades sobre las cuales los preventores en seguridad se encuentran trabajando actualmente.
Es que así como las fuerzas de seguridad se perfeccionan constantemente para lograr detectar a tiempo las maniobras delictivas, los delincuentes también lo hacen, pero para esquivarlos.
Desde hace un tiempo surgió la modalidad del contrabando por encomienda, lo cual saltea la instancia del transporte, con los riesgos que eso representa en caso de ser detectado en pleno ardid.
La maniobra ya fue detectada en varias oportunidades por efectivos de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y señalaron que esto representa una complejidad aún mayor, ya que para abrir una encomienda sospechosa debe haber intervención de una autoridad de la Justicia Federal.
Las fuentes explicaron que los contrabandistas eligieron esta metodología para enviar fundamentalmente cigarrillos, mercadería textil y celulares desde Posadas hasta las grandes urbes del país como Buenos Aires, Córdoba y Rosario.
Como las encomiendas no pueden ser abiertas sin autorización, los preventores se dejan llevar por el tamaño, peso u olor de los bultos para detectar si algo anda mal.
“Si el bulto es cuadrado y liviano, cigarrillo. Si es pesado y tiene olor a ajo o café -por ejemplo-, puede ser en realidad droga, pero pretenden engañar con el aroma”, explicó un investigador.
De esta forma, si las sospechas toman fuerza, se le da intervención a la Justicia Federal, cuyas autoridades permiten abrir o no las encomiendas.
A partir de ahí se inicia una investigación que muchas veces también es compleja, ya que los datos del remitente y receptor suelen ser falsos.
“Se ha detectado que muchas veces se manejan con DNI ajenos o adulterados, entonces se complica identificarlos y poder rastrearlos. Lo mejor a veces es dejar que la encomienda siga su curso y hacer una entrega vigilada para atraparlos al momento en que van a retirar el paquete”, añadió.
Las empresas en este punto tienen poco margen de maniobra, ya que les resulta difícil detectar si el DNI es adulterado y tampoco tienen autoridad para interdictar un envío, por lo tanto, no pueden saber realmente qué se envía dentro de las cajas.