Poemas en el aire

Las disciplinas aéreas como la danza en lira y las acrobacias en telas, entre otras variantes de estos ejercicios que combinan arte y deporte, ganan adeptos entre grandes y chicos.
Aunque en la provincia es un método bastante reciente, instructores y practicantes buscan hacerse un lugar y visibilizar la actividad para de esta manera lograr apoyo para su desarrollo y expansión.
La instructora Marianela Delvalle fundó y dirige el grupo taller de acrobacia Gravedad Cero desde 2013 y es una de las impulsoras de la Asociación Acróbatas Libres Misiones (Acalm), que nuclea a formadores en el ejercicio de la tela y parkour. Además, lleva adelante junto a un equipo de profesionales el proyecto Escuela Integral de Parkour y Acrobacia (Eipa) en las instalaciones del Instituto del Deporte.
Estas acciones denotan la gran demanda de espacios para la práctica de las disciplinas aéreas y la necesidad de sumar recursos para estas iniciativas que son plenamente autogestivas e independientes, es decir, se sostienen a puro pulmón.
El Taller Gravedad Cero, que funciona en la Academia Da Vinci (Estado de Israel 5089), cierra el año de actividades con una exhibición de acrobacia al aire libre que tendrá lugar este domingo a las 17 en la Plazoleta de los Murales en Roca y Costanera.
Para esta función abierta y gratuita, los asistentes al taller: niños, adolescentes y adultos, ensayan sus performances con la orientación de la coordinadora.
La conclusión de un nuevo ciclo del taller de tela es una oportunidad para dialogar con Delvalle acerca de objetivos cumplidos y proyecciones a futuro para una disciplina que como ella define “busca su reconocimiento oficial como deporte” ya que quienes lo practican regularmente señalan sin dudas de que se inscribe dentro de los deportes extremos.
“Con el taller empezamos en 2013 y luego nos movilizamos un grupo de instructores para organizar la asociación, trabajamos un año para obtener la personería jurídica, nos capacitamos en gestión. Y hoy podemos decir que tenemos ese respaldo legal que da marco a nuestra actividad y que la matrícula a la vez abre el camino para que los organismos del Estado nos vean y nos reconozcan”.
En este sentido, explicó que para la práctica de acrobacias aéreas es esencial contar con un espacio apto y que además se necesitan elementos como acetato deportivo, que son las telas, las liras que son los aros, trapecio, cuerda lisa e indiana, tatamis y colchonetas. También los practicantes tienen un seguro.
“Todo requiere inversión, estamos funcionando en espacios que alquilamos, es todo autogestivo. Por suerte tenemos mucho apoyo de los padres de los chicos que practican y de todos los asistentes en general, en Gravedad Cero hay cerca de 40 practicantes”, relató.
Indicó que por no ser reconocida aún la acrobacia como un deporte, se la distingue como disciplina o modalidad. “Nosotros desde la asociación promovemos que se le reconozca su calidad de deporte, y puede ser practicado de forma profesional o recreativa por niños y por adultos de cualquier edad. En Misiones, como es algo todavía novedoso, convocamos a profesionales del país para que brinden seminarios, capacitaciones. La formación es constante para los instructores”.
El interés que despierta esta modalidad que conjuga destreza física, fuerza, equilibrio, agilidad y concentración está en auge, por ello, Delvalle explicó: “Siempre vamos a trabajar de a pasitos para que la acrobacia y otras disciplinas como el parkour -que tienen que ver con la expresión corporal, la motricidad- sean conocidas y practicadas. Es lo que amamos hacer y tenemos proyectos que precisan de un apoyo. Por ejemplo, el día de mañana tener un lugar propio o estructuras móviles para poder mudarlas a espacios verdes y que la comunidad vea”.
Ese es el camino -referenció- para hacer crecer la práctica y garantizar la formación de quienes deciden dedicarse profesionalmente a la acrobacia aérea, “como sucede en ciudades más grandes o en otros países”.

Beneficios
Entre los beneficios que reporta el ejercicio de acrobacia aérea o en suelo -que se complementan entre sí- enumeró la instructora: el trabajo muscular y cardiovascular, mejora la concentración, aporta flexibilidad, corrige la postura corporal -lo que previene dolores por tensiones-, ayuda a regular las emociones y baja los niveles de estrés.