¿Podrá la democracia sobrevivir al neoliberalismo?

jueves 16 de mayo de 2019 | 5:00hs.
Jorge R. Ferrari

Por Jorge Ferrari jyferrari39@gmail.com

Además de decenas de obras sobre la crisis capitalista del 2008, recientemente han salido dos libros de sendos historiadores económicos norteamericanos Robert Kuttner y Adam Tooze  que tienen la virtud de “blanquear” (léase “confirmar, develar”) que el neoliberalismo y el capitalismo global son las peores plagas económicas y políticas del mundo. Primero, porque ambos autores aseguran y demuestran que de ninguna manera los mercados pueden autorregularse, poniendo los bienes y servicios que la sociedad demanda, de forma más eficiente que los mercados regulados, o sea supervisados activamente no pasivamente por los gobiernos.
Y ponen como ejemplo a los propios Estados Unidos, que después de soportar la crisis de 1929 repiten, casi como un calco, una nueva crisis en el 2008… casi 80 años después. Asegura Kuttner que el tibio plan de Obama frente a esta crisis apenas estimuló una recuperación lenta con un programa del gasto público y crédito barato para los bancos, a costa de la seguridad económica de la mayoría de los estadounidenses. A mediano plazo terminó generando un avance de la extrema derecha… seguido con Donald Trump. 
Este autor también comenta que han sido siderales (decenas de billones de dólares) los montos transferidos por medio de numerosos subterfugios, y con nombres aparentemente inocuos (Línea de Crédito de Subasta a Plazo (TAF en inglés), Línea de Crédito de Financiamiento de Instrumentos Negociables (CPFF). Aparte, los 75.000 millones de dólares destinados por Obama a reestructuras hipotecarias de ciudadanos norteamericanos, (HAMP y HARP) se usaron para mejorar los balances de los bancos.
Pero esta crisis también salpicó a Europa, en la cual, de los 28 estados miembro, un puñado encabezado por Alemania dejó a los países del sur europeo librados a su suerte, teniendo a la “austeridad” como la receta perversa para lograr la recuperación económica. Por otra parte, Tooze afirma que la sobrevivencia del neoliberalismo es otra de las ironías, ya que, a su sombra, los sectores financieros optaron por la “burbuja inmobiliaria” que, análogamente a lo que les está sucediendo a los tenedores argentinos del programa UVA, muchos europeos llegaron a tener deudas mayores que el costo total de la vivienda que están pagando.
Por otro lado, los líderes europeos soñaban que esta crisis terminaría con la hegemonía económica de los Estados Unidos. Sin embargo, su Reserva Federal creó la cantidad de dólares necesaria varios billones ̶   para evitar que la economía global colapsara por falta de crédito. Esto contradijo un lema fundamental del neoliberalismo: ”Los mercados prosperan cuando los estados se abstienen de regularlos”, y la gigantesca intervención estatal demostró sigue afirmando el historiador Tooze que el Estado fue “capturado” por las finanzas privadas. Describe en su libro las “impenetrables artimañas” técnicas que usaron tanto las empresas privadas como los bancos centrales.
El libro 'Crash', de Tooze, detalla los largos y penosos debates entre países europeos permeables a la inflación, como Francia, Italia y España, frente a los países “duros”, como Alemania y su primera ministra, Merkel (más el reacio electorado alemán, en contra del salvataje de los países del Sur europeo). El libro comenta el milagro que la Unión Europea y el euro hayan sobrevivido, aunque a un costo humano terrible, algo semejante al futuro argentino y su elección presidencial de este año.
También Tooze se refiere a China, “única nación que evitó todos los dogmas del liberalismo económico y político, aunque carezca de democracia política”, y de los sectores norteamericanos que pedían que el Estado supervisara al capitalismo, acción que dio como resultado, por ejemplo, el Plan Marshall, agregando finalmente que “cuando hablamos de Economía Política, es necesario tomarse en serio las exigencias de la política”; en otras palabras, cómo lograr aplicar programas neoliberales preservando la equidad distributiva, la inversión interna y la soberanía nacional, presupuestos emblemáticos de una democracia popular.
Este debate está en pleno desarrollo en este momento crucial de nuestro país, en el que algunos se empeñan en presentarlo con una confrontación entre “extrema derecha” y “extrema izquierda”, sin percatarse que quizás podría haber una “derecha moderada” y una “izquierda moderada” y descubrir puntos, problemáticas y medidas que ambas tendencias consideren aceptables. 
El modelo Estado de Bienestar aplicado en Europa después de la Segunda Guerra Mundial, fue desarrollado dentro de las formas capitalistas, buscando la equidad básica de contener el acelerado enriquecimiento del sector más poderoso, aplanando la pirámide remunerativa de obreros, empleados, mandos medios, gerenciales, tanto en el sector privado como en el estatal, ha sido reemplazado maliciosamente por las perversas medidas señaladas por estos dos autores y las prácticas sociales, económicas y políticas afines.
En los análisis de estos diversos y hasta antagónicos sistemas políticos y económicos, podríamos llegar a la conclusión de que no nos satisface plenamente ninguno. No de balde uno de los más sagaces hombres de la historia, Wiston Churchill, dijo alguna vez acerca de la democracia: “…Es el peor sistema político del mundo, con excepción de todos los demás…”.