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Piden que se revoque la libertad del jubilado acusado de matar a Salina

miércoles 23 de enero de 2019 | 6:00hs.
Las manifestaciones fueron inmediatas tras la excarcelación.
Cristian Valdez

Por Cristian Valdez fojacero@elterritorio.com.ar

Miguel Ángel Gómez (59) es el jubilado acusado de asesinar de dos balazos a Daniel Eugenio Salina (30) en la Chacra 146 de Posadas, en la madrugada del domingo 18 de noviembre del año pasado.
Después de atravesar 40 días en condición de detenido, lo liberaron a finales de diciembre a instancias del titular del Juzgado de Instrucción Tres, Fernando Verón, quien le otorgó el beneficio marcando una serie de condiciones que deberá cumplir a rajatabla.
Supuestamente está en eso, pero podría regresar a prisión si se dictamina su encierro en función del recurso de apelación planteado por el abogado de la familia de la víctima, Rubén Tuvi, en el que además de cuestionar la libertad pidió que se agrave la imputación por homicidio que actualmente lo tiene sujeto al proceso penal.

Supuesta defensa
En su declaración indagatoria el sindicado asesino contó que esa madrugada vio un bulto que avanzaba hacia la habitación en la que estaba con su concubina, agarró el revólver calibre 22 de un cajón y disparó dos veces al suelo, suponiendo que ese sospechoso le iba a robar.
Dijo que desconocía si lo lastimó pero al día siguiente, cuando se enteró de la muerte de Salina, relacionó con el episodio que protagonizó horas antes, dando aviso a los uniformados que habían copado el asentamiento
Su relato de supuesta defensa propia ante un presunto episodio delictivo fue clave para conseguir el acto de soltura, pero la respuesta de la querella no tardó en llegar porque la versión del entorno del fallecido es absolutamente contraria.
Dicen que esa noche el hombre caminó para comprar cervezas en la casa de Gómez cuando fue atacado a tiros por la espalda. Murió buscando ayuda.

“Interferir a terceros”
En su planteo, la querella coincidió en varios aspectos con la fiscal que se había opuesto a la liberación solicitada por la abogada del jubilado, Graciela Beccaluva.
Uno de ellos tiene que ver con el peligro que -entiende- existe en la intimidación de los testigos, los cuales en su mayoría son vecinos.
“La libertad del encartado hace factible que pueda interferir o influenciar a terceros en la recepción de las medidas de pruebas que todavía se encuentran pendientes y de las ya existentes, en determinación de las responsabilidades y en averiguación de la verdad real de los hechos que se le atribuyen”.
Cabe aclarar que la muerte de Salina sucedió a la 1.30 de la madrugada, a pocos metros de la casa donde vivía junto a su pareja, Rafaela Araujo, y sus hijos.
Los disparos habrían ocurrido adentro de la propiedad del imputado, de acuerdo a los informes periciales que se hicieron en el patio, detectando orificios en una chapa divisoria del terreno y en un muro que marca el límite con el vecino.

Por la espalda
También interpuso entre los argumentos la magnitud de la pena (de entre 8 y 25 años de cárcel) en caso de ser hallado culpable en un futuro debate oral, que el acusado vive en un terreno fiscal (sin arraigo) y en consecuencia podría escapar pese a la prohibición que tiene de abandonar el país, pero además el supuesto grado de hostilidad y violencia que existe en el barrio y -a su criterio- coincide con la actitud que tuvo el acusado cuando mató a Salina.
“Mató de dos tiros por la espalda a una persona, con un revólver calibre 22 largo y proyectiles de punta hueca, lo que significa o implica que tenía la intención de causar el mayor daño posible a sus potenciales víctimas cuando usara su arma de fuego, que poseía en forma ilegal”, expuso Tuvi.
En el expediente principal se detalló que uno de los balazos impactó en la espalda de Salina, a la altura del omóplato derecho, produciéndole la muerte casi en forma inmediata, y el otro fue en la pierna derecha. Ambos fueron por la espalda.

Cambio de calificación
En ese punto el planteo de la querella fue hacia el cambio de calificación de la caratula del hecho que le imputan a Gómez, la que deberá ser “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con la tenencia ilegal de arma de fuego”.
Tiene que ver con que el revólver utilizado no estaba declarado y por ende su portación era ilegal.
Sobre eso, el propio acusado reconoció que no tenía autorización para tener ni utilizar armas. Contó ante las autoridades judiciales al momento de su indagatoria que la había comprado en el mercado negro hace muchos años y la utilizaba solamente para ir a cazar a la zona de Nemesio Parma. Esa madrugada -dijo- disparó porque se sintió amenazado en su propiedad.


Sostienen que fue en defensa

La excarcelación bajo caución fue concedida por el titular del Juzgado de Instrucción Tres, Fernando Verón, en función de un pedido que había hecho la abogada Graciela Beccaluva. En una primera instancia había sido rechazada, pero finalmente el magistrado decidió a favor del hombre al que imputó el delito de homicidio agravado, aunque la defensa buscaría probar que se trató de un crimen enmarcado en el exceso de la legítima defensa. De lograrlo, significaría una reducción de la pena ante una hipotética condena.
Cabe recordar que cuando el jubilado se entrevistó con los investigadores policiales -al momento de ser detenido- reconoció haber disparado con su revólver calibre 22 largo contra una persona que esa madrugada habría entrado en su residencia con intenciones de robo e incluso, habría dicho que observó a ese desconocido apuntarle con algo.
Por eso -confesó- abrió fuego, para defenderse del supuesto ataque y su concubina coincidió en el mismo testimonio, es decir que en calidad de testigo también aseguró haber visto a Salinas adentro del perímetro de su propiedad y al igual que su esposo, recién al día siguiente se enteró por las noticias que resultó ser un vecino del mismo asentamiento.
Tanto él como su familia alegaron que los robos son constantes en el barrio, sobre todo en madrugadas como en la que ocurrió el hecho, donde la oscuridad y el ruido de la lluvia son utilizados por delincuentes para actuar con mayor tranquilidad. Hizo referencia a que semanas antes ya le habían robado un equipo de música que hacía poco había comprado.
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