Perdió su cola con unos traficantes de animales, ahora tiene una nueva impresa en 3D

jueves 16 de agosto de 2018 | 2:30hs.
Perdió su cola con unos traficantes de animales, ahora tiene una nueva impresa en 3D
Perdió su cola con unos traficantes de animales, ahora tiene una nueva impresa en 3D

Stubbs era un cocodrilo que se había quedado sin cola hace varios añoscuando lo transportaban ilegalmente un grupo de traficantes de animales. Según National Geographic, lo encontraron en 2013 junto con otrosanimales exóticos en la parte trasera de un camión. La impresión 3D le ha dadouna segunda vida.

Al parecer, el animal fue transportado a la Phoenix HerpetologicalSociety. Allí, los investigadores llegaron a la conclusión de que Stubbsun día se daría la vuelta y no sería capaz de enderezarse cuando se colocara enaguas profundas. Sabían que el cocodrilo no podría vivir en su hábitat en esascircunstancias, así que trabajaron para encontrar una solución al problema.

Su primer intento de darle una nueva cola vino en la forma de una colaprotésica hecha del yeso de un cocodrilo de tamaño similar. Este método nofuncionó porque la cola se movía con su masa de forma torpe y afectaba a suflotabilidad, dificultándole en última instancia el movimiento.

Tras varios intentos, el avance del equipo llegó años después cuando latecnología de escaneo e impresión 3D se hizo disponible. Justin Georgi,profesor asociado de anatomía en la Universidad de Midwestern en Glendale,Arizona, junto con un estudiante de la universidad, se unieron para utilizar latecnología y encontrar una solución permanente.

Ambos usaron un escáner 3D Artec para medir con precisión al cocodrilo parasu nuevo apéndice. La tecnología 3D permitió anticipar de forma certera sucrecimiento y se adapta al animal de forma más natural. Según explicó Georgi, usaron la misma tecnología utilizada paracrear representaciones de captura de movimiento en Hollywood para medir losmovimientos corporales de Stubbs a fin de crear la cola más adecuada:

Tenemos marcadores en el cocodrilo que están siendo disparados porvarias cámaras diferentes, todas apuntando en el mismo espacio. Y el equipopuede ver cada uno de esos marcadores de todas esas cámaras y decir exactamentedónde, en el espacio tridimensional, está el animal.

Actualmente Stubbs parece ajustarse bastante bien a su nueva vida. Despuésde solo cinco semanas de usar la cola protésica, mostró la primera señal deregresar al comportamiento normal de los cocodrilos cuando golpeó con la cola aun voluntario en las instalaciones donde se encontraba. Según Georgi:

Mi reacción inicial fue: ‘¡Esto es maravilloso!’ Por supuesto que tuveque parar y preguntar si el voluntario estaba bien también. Pero saber queestaba usando la cola de forma natural fue solo un hito excelente yemocionante.

Escriben en Gizmodo que en cualquier caso, todavía hay un largo camino porrecorrer hasta que pueda volver a ser el mismo animal, “después de casiocho años sin cola, tenemos que enseñarle para que pueda nadar como uncocodrilo normal, pero está en el buen camino”, explicaron desde el PhoenixHerpetological Society. [National Geographic]