Padres de Cecilia Krujowski solicitan ayuda para sus tres nietos menores

Mientras en Posadas continúa latente el femicidio de María Belén González (17), en Aristóbulo del Valle el panorama no es muy distinto. A fines del año pasado dicha localidad fue testigo del cruento asesinato de Cecilia Marlene Krujowski (34), quien recibió 15 puñaladas de parte de su ex pareja, y ahora su familia solicita ayuda para poder hacerse cargo de los tres hijos de la mujer que quedaron sin madre.
A casi tres meses del caso, los familiares de la víctima aún no logran recuperarse del fuerte golpe que significó la pérdida de Cecilia, quien fue atacada en plena vía pública por su ex pareja, Miguel Ángel Feldick (36), que ya había cumplido una condena en prisión por haberla intentado asesinar en una oportunidad anterior.
En este contexto, a 18 kilómetros de la ruta nacional 14, al fondo de Picada Libertad y en una modesta vivienda del paraje Saracura, Mario Héctor Krujowski (68) y su esposa Dorcelina Dosantos Camargo (73) recibieron a El Territorio y contaron cómo viven los meses posteriores a la muerte de su hija.
En la misma vivienda se encontraban sus tres nietos, de entre 3 y 10 años, quienes quedaron al cuidado de ellos luego del femicidio  cometido durante la mañana del último 26 de noviembre.
Durante la charla, los padres de la víctima aprovecharon la ocasión para agradecer la gran ayuda que les llegó de parte de las autoridades municipales como de tantos otros vecinos que colaboraron  durante esos primeros días con la crianza de los pequeños.
No obstante, son conscientes de que aún tienen otras  dificultades que deben sobrellevar debido a los pocos ingresos que tienen en la familia y mucho más ahora que se acerca un nuevo año lectivo para los menores.
“Después del asesinato de mi hija recibimos mucha ayuda. El diácono Federico, los empleados de Macovalle donaron ropas juguetes y víveres. Pero ahora que llegan las clases y se mezclan días cálidos y fríos les faltan abrigos, camperas. Necesitamos un lavarropas, aunque sea usado, para atender la familia completa”, expresó Héctor casi al comienzo del diálogo.
Y Dorcelina detalló aún más la lucha que llevan adelante desde el día del hecho. “Pusimos en venta una chacra de 23 hectáreas para poder comprar algún vehículo para llevarlas a la escuela, que dista a tres kilómetros de casa y en días de lluvia o de mucho calor cuando puede Luis las acerca en moto. La menor cumplirá 4 años en junio pero pide enfáticamente ir a la escuela también”, expresó.
Entre la asistencia que recibió la familia se destaca la intervención de los miembros de la Cooperativa de Electricidad Cainguás que construyó una pieza de mampostería de 5x3 metros, cielorraso y techo de zinc, contigua a la casa de los abuelos y que está destinada especialmente para vivienda de las niñas.
“Falta una cama de plaza y media y algún roperito para la habitación de ellas”, señaló Luis, tío de las menores.
Los Krujowski viven a 30 kilómetros aproximadamente del centro de Aristóbulo, zona a la cual el transporte público sólo ingresa los días martes y jueves, cuyo pasaje tiene un valor de $90.

Salió para matar
Apenas tres semanas antes del femicidio Feldick había recuperado la libertad tras purgar casi cuatro años de prisión por un intento previo de asesinato contra Cecilia.
Ese salvaje episodio le valió  a la mujer 20 puntos de sutura en el cuello como consecuencia de un ataque con arma blanca por parte de Feldick, quien intentó degollar a la mujer sin importar que de testigos estuvieran sus tres hijos pequeños.
Fuentes consultadas tienen la hipótesis de que el homicida tenía la idea fija de repetir lo de 2014. Por ello es que cerca de las 10 del lunes 26 de noviembre pasado sorprendió a su ex cuando caminaba sobre la calle Mariano Moreno, a metros de la Municipalidad y del Centro Cultural de Aristóbulo.
La reconstrucción del caso dejó reflejado que el atacante esperó agazapado atrás de un árbol y sorprendió por la espalda a la víctima. La mujer recibió varios puntazos y un profundo corte en el cuello, lesión que ocasionó su deceso en pocos instantes.
Alertados por los gritos de auxilio de la madre de la víctima, los primeros en arribar a la escena fueron algunos empleados municipales que realizaban tareas en las inmediaciones. Éstos dieron aviso a la Policía, aunque cuando los uniformados arribaron al lugar constataron que la víctima yacía sin vida sobre un charco de sangre.
Varias dependencias de la Unidad Regional XI fueron tras los pasos del sospechoso, quien fue detenido cuando huía en dirección hacia la ruta nacional 14. Asimismo, en una zona de malezas hallaron el arma homicida.
Laura Krujoswki, tía de la víctima, contó días después del hecho que su sobrina había ido temprano al Juzgado de Paz porque estaba recibiendo amenazas de muerte contra ella y las nenas, pero en el juzgado le dijeron que tenía que hacer la denuncia en la Comisaría de la Mujer. Por ello, junto a su mamá, caminaron media cuadra hasta la intervención de Feldick .
“Era violento y una vez nos enteramos de que le pegó a mi sobrina. Nosotros vivimos en Posadas y fuimos a la colonia y Cecilia nos contó. Era una cosa afuera y otra en la casa. Salía, tomaba y volvía tarde. Después la quiso matar y ahí demostró lo que era”, recordó.
Y continuó: “Estuvo preso un poco más de tres años y no entiendo cómo la Justicia lo liberó. Acá fallaron los psicólogos o quienes estén encargados de evaluar a los presos. Evidentemente no se rehabilitó, salió y terminó lo que no pudo hacer hace cuatro años”.
La autopsia indicó que la víctima recibió tres lesiones cortopunzantes en el cuello, de las cuales dos llegaron hasta las arterias y el callado de la aorta, otras dos puñaladas en la región facial, tres en la espalda, dos en el antebrazo derecho, una en la mano izquierda y cuatro en la zona abdominal.