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Olga y Pedro: una historia de amor, fuerza y superación

jueves 23 de mayo de 2019 | 5:00hs.
Olga y Pedro: una historia de amor, fuerza y superación
Olga y Pedro en su casa de Cerro Corá.
Olga y Pedro en su casa de Cerro Corá.
La localidad misionera de Cerro Corá es un lugar cargado de historias que se fueron gestando en los largos 125 años que tiene el pueblo. 
Una de ellas es la de don Pedro López (85) y doña Olga Balbuena(70). Ambos eran adultos cuando se conocieron y venían de historias de vida similares y poco felices. Es que los dos -por separado- perdieron a sus únicos hijos por diferentes enfermedades terminales.
En diálogo con El Territorio y con lágrimas en los ojos estuvieron de acuerdo en que “no queda otra que ser fuertes y con la ayuda de Dios seguir adelante”. La pareja se caracteriza por la fortaleza a pesar de las situaciones que les tocó vivir. Olga fue recientemente operada de cataratas y Pedro se traslada en silla de ruedas, pero la voluntad es el motor que vive en ambos.  
Cuando se conocieron, Pedro recordó que “ambos estábamos solos y una persona nos presentó, de ella me gustó que sabe cocinar muy bien”, dijo entre risas y alivió por un momento el rostro afligido. Tiempo atrás habían vivido en Villa Venecia, un paraje que depende de Cerro Corá, donde tenían una chacra con animales y plantaciones, y sus costumbres campestres arraigadas. 
Sin embargo, en un momento dado tomaron la decisión de vender todo y trasladarse al pueblo. “Acá al menos no estamos tan solos, hay ambulancia disponible por si necesitamos y para no perder la costumbre seguimos criando gallinas”. 
Además Olga destacó que así como lo hizo alguna vez  en la chacra, hoy por hoy también tiene su huerta en el pueblo, “porque no hay nada más sano que comer la verdura que uno mismo planta y cosecha sin ningún aditivo que la contamine, además abarata mucho la canasta familiar”, resaltó.
La pareja es un ícono en el pueblo, por lo que muchas veces cuentan con el apoyo de la comunidad y las autoridades del pueblo. 
Sin embargo, como viven en una zona lindante al monte, no tienen alumbrado público en la zona para brindarles mayor seguridad. “Es todo lo que nos falta, por lo demás estamos muy agradecidos”. 
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