Oleros piden ayuda al Estado para mejorar su producción

martes 17 de abril de 2018 | 5:00hs.

Un grupo de 23 oleros que residen en Puerto Argentino, San Pedro, solicita ayuda del Estado para ampliar su producción y mejorar las condiciones de trabajo.

Los trabajadores que se dedican a la fabricación manual de ladrillos destacaron que la labor les permite mantener a sus familia debido a que se trata de una actividad de amplia demanda en la localidad. Tal es el caso que todos los meses logran vender los 10.000 bloques que elaboran. En ese marco, tienen como objetivo mejorar la producción, pero la falta de capital económico y maquinarias termina por frenar la iniciativa.

Según relataron, no es posible hacer ladrillos con tierra colorada, por lo que deben remover el suelo, y hallar otros sedimentos en zonas aledañas a humedales. En ese contexto, para llevar adelante la actividad se ven obligados a contratar una máquina que realice el movimiento de tierra a utilizar y pagar para que un camionero les abastezca con aserrín. “No sólo es necesario contar con los conocimientos técnicos para la preparación de la mezcla, el adobe, secado y quemado sino disponer de la materia prima fundamental, se trata de una tierra especial”, indicó el olero Gervasio Alvez (38).

Incrementar la producción

“Esta tarea le da de comer a 23 familias, todo lo fabricado se vende en la localidad, no damos abasto, es una tarea que nos gusta realizar pese a que es un trabajo de sol a sol. Hace un tiempo nos reunimos con el intendente porque queremos que se le dé mayor interés al sector. Si algún representante del gobierno puede ayudarnos, darnos una mano, apostarían al desarrollo de nuestra colonia”, sostuvo Alvez.

Para facilitar la labor y lograr incrementar la producción diaria, el grupo de oleros necesita maquinaria y un móvil para trasportar la viruta desde el pueblo hasta las olerías que se ubican a más de ocho kilómetros de la zona urbana. Por otro lado, los fabricantes de ladrillos precisaron que una de las condiciones para lograr una buena producción mensual, es contar con buen tiempo, ya que en caso de lluvias la elaboración se echa a perder o retrasa. En ese contexto, en caso de recibir un subsidio lo destinarían a la construcción de un galpón comunitario. “Inclusive no solo pedimos, podemos pagar de acuerdo a nuestros ingresos”, aseguró Gervasio.

En esa misma línea, el trabajador que con esta actividad mantiene a los doce integrantes de su hogar agregó: “Para obtener 10.000 ladrillos se necesitan más de 30 días. Si tuviéramos las condiciones para invertir en un galponcito la actividad no se vería perjudicada por los días lluviosos, pero no podemos tampoco producir mayor cantidad por que lo que ganamos lo destinamos a los gastos de la casa, familia. Por más que queramos mejorar en este punto, es muy difícil”.

Finalmente, el obrero reconoció que gran parte del proceso lo hace gracias a su caballo, a quien calificó como “la salvación del olero artesanal”. Existen dos maneras de utilizarlo, con malacate o ensillado. “En mi caso trabajo montado en el caballito para realizar la mezcla, eso demora unos 40 minutos y el caballo descansa unos cuatro días, en cambio con malacate sufre mucho ya que le hacen trabajar muchas más horas, es nuestra salvación”. En caso de poder invertir en maquinaria, esto ya no sería necesario.