La región Nordeste fue donde más se incrementó la pobreza

“Algunos sectores continúan estigmatizando a los pobres”

El padre Alberto Barros reflexionó sobre de la situación actual y la fuerte demanda en los comedores. Cuestionó el individualismo y confió en la solidaridad del pueblo
sábado 28 de septiembre de 2024 | 3:00hs.
El coordinador de Cáritas dijo que vuelven a verse imágenes estremecedoras.
El coordinador de Cáritas dijo que vuelven a verse imágenes estremecedoras.

La pobreza en Argentina alcanzó niveles alarmantes en el primer semestre de 2024 afectando al 52,9% de la población, un incremento de 12,8 puntos porcentuales respecto al mismo período del año anterior, según datos del Indec. La indigencia también sufrió un aumento considerable, pasando del 9,3% al 18,1%. En total, 24.900.000 personas viven por debajo de la línea de pobreza, incluyendo a dos tercios de los menores de 14 años.

Este panorama golpea especialmente a la región Nordeste, donde el incremento de la pobreza fue aún más agudo. En Posadas, el aumento alcanzó los 17 puntos. “Nuestra región ha sido la más afectada. Estamos en la zona más pobre del país, lo cual es alarmante. Hoy notamos una urgencia desesperante por la falta de alimentos y medicamentos en muchos hogares”, indicó el padre Alberto Barros, coordinador de Cáritas en la capital misionera.

En diálogo con el programa Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7, explicó que la crisis llevó a personas que nunca antes habían buscado ayuda a recurrir a Cáritas u otros espacios de asistencia. “Estamos desbordados con los pedidos. Hay personas que jamás habían acudido a una iglesia o comedor comunitario y ahora lo hacen porque no tienen otra opción. Esto incluye a jubilados, lo cual es indignante. Es doloroso ver a personas mayores que trabajaron toda su vida en esta situación”, lamentó.

El panorama social en Posadas y otras localidades es cada vez más desolador. Familias completas se ven obligadas a buscar alimentos en los contenedores de basura, una imagen que según el religioso no se veía desde hace décadas. “Esas imágenes son estremecedoras y reflejan el fuerte deterioro económico y social que estamos atravesando. No podemos permanecer indiferentes. Algunos sectores sociales continúan estigmatizando a los más pobres, responsabilizándolos por las desgracias del país, cuando en realidad son las víctimas”, cuestionó.

Asimismo, subrayó las dificultades económicas que enfrentan los trabajadores. “No veníamos del paraíso, pero hoy estamos mucho peor. Con la devaluación brutal tras la asunción del nuevo gobierno la inflación disparada al 25%, sueldos congelados, el crecimiento desmedido de los servicios básicos y una clase media empobrecida, estamos en un mundo de pobreza enorme. Hoy aunque una persona tenga un sueldo en blanco sigue siendo pobre”, afirmó. “Un docente que no trabaja dos turnos no puede sostenerse económicamente y ni así llega a evitar caer bajo la línea de pobreza”, añadió.

A su vez, remarcó que la situación también evidencia una crisis cultural. “Nos quieren imponer la idea de que el individualismo es una virtud y que si no te esforzás no salís adelante. Pero no todos tienen las mismas oportunidades de acceder a educación, salud o alimentación”, criticó Barros. Destacó que este criterio del individualismo presentado como virtud es incompatible con la fe cristiana. Al abordar la justicia social que menciona el papa Francisco hizo hincapié en que “es algo esencialmente humano, no tiene que ver con ideologías ni partidos. Es trabajar juntos para que nadie quede fuera de una vida digna. No podemos desentendernos del sufrimiento de los demás”.

Merma en la asistencia estatal

Otro aspecto preocupante es el recorte en la asistencia alimentaria, que afectó gravemente a los comedores comunitarios. La falta de apoyo estatal dejó a muchos de estos espacios en una situación crítica, obligándolos a reducir sus días de servicio. “Ha habido un recorte brutal en la asistencia, especialmente a los movimientos sociales que están siendo estigmatizados de manera calumniosa. Estos comedores no sólo brindan alimentos, también son un espacio de encuentro y fraternidad. Si destruimos esa solidaridad avanzan cosas nefastas como el narcotráfico y la prostitución”, advirtió.

En cuanto a Cáritas, explicó que la única asistencia que no se recortó es la proveniente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

A pesar de la crisis, Barros expresó su confianza en la capacidad del pueblo argentino para enfrentar estos desafíos. “El pueblo argentino tiene una reserva moral, basada en su identidad solidaria, para resistir este disparate del individualismo que deshumaniza y rompe el tejido social. Esa solidaridad será clave para avanzar hacia un futuro mejor”, concluyó. 

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