Gendarme denunció que prendieron fuego su casa y se cree que se trata de una intimidación de contrabandistas

Un cabo primero de Gendarmería Nacional de 40 años que se desempeña en la localidad de Bernardo de Irigoyen denunció que en la madrugada de este domingo incendiaron parte de su casa luego de prender fuego una motocicleta guardada en el garaje.

Según pudo reconstruir El Territorio en base a fuentes internas de la fuerza, el hecho fue decodificado como un mensaje mafioso, una amenaza. Se lo atribuyen a organizaciones dedicadas al contrabando de mercaderías, especialmente cigarrillos. Incluso se supo que el centinela ya había sido “advertido” en un control de rutina.

La presentación se hizo en la Comisaría de Bernardo de Irigoyen en horas de la mañana de la víspera. El efectivo manifestó que se encontraba durmiendo con sus esposa y dos hijos menores de edad en su casa de Paraje Campiña cuando, cerca de las 3.00 de la madrugada, escuchó una explosión.

El funcionario se dirigió de inmediato al sector del garaje y vio como se estaba incendiando. Señaló que en el lugar había una motocicleta 110, además elementos (sillas, puertas) y retazos de madera que rápidamente prendieron fuego. Las llamas llegaron hasta el techo y las chapas habrían impedido que el ígneo se traslade a otro sector de la vivienda.

El efectivo llamó a Bomberos Voluntarios y al 911, pero logró apagar el fuego con la ayuda de los vecinos. Lo que se cree, según los informes hechos en la escena, es que se trató de un hecho intencional que se inició en el motovehículo, el cual había sido rociada con algún combustible. Por el caso interviene en principio el Juzgado de Instrucción Uno de San Pedro, cuyas autoridades aguardan el sumario policial para saber cómo seguirá la causa.

Operativo
Este medio pudo saber que el denunciante fue parte de un operativo llevado a cabo el 17 de marzo, en el cual una pareja de jóvenes fue detenida y quedó a disposición del Juzgado Federal de Eldorado. En aquella oportunidad, como contó en exclusiva este medio, atropellaron al jefe del Escuadrón local.

Todo empezó en el marco de un operativo rutero sobre la ruta nacional 14, a la altura de Dos Hermanas. Según detallaron desde la fuerza, en el sitio mencionado vieron aproximarse a tres rodados: una Ford Ecosport, una Volkswagen Amarok y un Volkswagen Vento.

Ninguno hizo caso al pedido de que se detengan y rozaron de forma intencional a una unidad de la fuerza, un Ford Focus en el que estaba el jefe con las balizas puestas. Sin integrantes heridos, se emitió una alerta a los demás efectivos desplegados en la zona para ejecutar un operativo cerrojo.

En esa instancia el funcionario los siguió hasta un camino terrado de Picada Piñeiro, hasta que se encontró de frente nuevamente con los coches. Fue entonces cuando tanto la EcoSport como la Amarok lo embistieron de forma frontal, dejando varios daños materiales al vehículo cedido en depósito judicial.

Mientras que el Vento, que se encargaba de detener a quienes lo estaban persiguiendo, se vio impedido de continuar su marcha, procediendo a la detención de ambos ocupantes, un masculino y una femenina. Ambos estuvieron detenidos varias semanas hasta que en los últimos días la Justicia ordenó su liberación.

Asimismo, la Amarok se detuvo metros más adelante, lugar en donde su conductor descendió y se introdujo rápidamente en una zona de montes lindante, logrando evadir la cárcel. La otra camioneta, en tanto, logró evadir los controles y no fue encontrada.

Registrados ambos vehículos, se constató que la camioneta transportaba 20.200 paquetes de cigarrillos de origen extranjero que carecían del aval aduanero correspondiente, mientras que en el auto había teléfonos celulares, equipos de radiofrecuencia y documentaciones varias de interés para la causa.

Sin embargo estos no son los únicos procedimientos ocurridos en la frontera relacionados a los cigarrillos y es por eso que se cree que el incendio podría ser obra de estas organizaciones. “Ellos quieren generar miedo como en San Vicente, cuando quisieron incendiar y balear la casa de la mujer policía”, se dijo. Además se supo que el cabo primero que denunció este ígneo fue increpado en un control de rutina por el conductor del vehículo, quien le dijo (a grandes rasgos) “dejen de joder, no nos dejan trabajar”, en tono de intiminadación.