"Los policías querían que confiese algo que no hice", grave denuncia contra efectivos de Los Helechos

Un remisero obereño radicó una denuncia por abuso de autoridad, agresiones y amenazas por parte de policías que se desempeñan en la comisaría de Los Helechos. Dicha presentación fue radicada este viernes ante la Fiscalía de Instrucción Dos, a cargo de Myriam Silke.

Gabriel Claros Correa (32), tiene tres hijos y desde hace doce años se desempeña como trabajador del volante. Aseguró que nunca tuvo inconvenientes con la ley y, por ello, lo que le sucedió a manos de uniformados de la localidad vecina a Oberá le genera indignación y hasta temor.

En diálogo con El Territorio ratificó lo que consta en la denuncia: fue insultado, agredido físicamente, acusado de robo y amenazado, al punto que los policías le prohibieron volver al pueblo, ya que de lo contrario lo detendrán. "Estoy muy dolido por todo lo que me hicieron. No entiendo cómo funcionarios públicos que están para protegernos, son capaces de actuar tan mal", señaló.

Como autores del delito mencionó a la oficial Talía B. y a otro policía, del cual desconoce su identidad, pero llegó a considerar que podría ser el jefe de la dependencia.

Precisó que desde hace alrededor de un año traslada con su remís a una mujer que vive en Los Helechos pero trabaja en Oberá, la cual hace un par de semanas fue víctima de un robo. En ese marco, el pasado martes fue citado vía WhatsApp por la oficial Talía B. para brindar una declaración.

"El maltrato empezó apenas llegué, porque ella se levantó y dijo 'que pase el chorro'. En eso, el otro policía, que debe ser el jefe porque le daba órdenes a ella, le dijo 'después que tecleás todo, yo le voy hacer las preguntas al chorrito'. En todo momento me insultaron y me decían que tengo cara de chorro", lamentó Claros Correa.

"Querían que reaccione"

Pero la tensión llegó a su máximo cuando el oficial masculino pasó del maltrato verbal a la agresión física. "Me decía que cuente dónde estaban las cosas robadas, porque en Los Helechos nunca hubo robos. Le respondí que no tenía nada que ver, que no soy un ladrón y tampoco tengo antecedentes, pero ahí el policía me agarró de los cabellos y me golpeó la cabeza contra la pared. Los policías querían que confiese algo que no hice. El oficial me dijo: 'Decime dónde están las cosas o te hago un sumario y ya te pongo preso'. Sentí que querían que reaccione para tener un argumento para acusarme y meterme preso", opinó.

Finalmente, sin nada que avale la acusación, lo dejaron ir, pero no si antes decirle que no lo querían ver más por el pueblo con el remís o lo detendrían. También, según consta en la denuncia a la que tuvo acceso El Territorio, lo obligaron a borrar la citación vía WhatsApp que le hizo la mujer policía.

"Cuando le pedí a la oficial para leer mi declaración, me dijo que los chorros no tienen derecho de leer las declaraciones firmadas. La verdad que fue horrible, me sentí pisoteado en mis derechos más básicos y hasta siento miedo, por eso recurrí a la fiscalía y ojalá que investiguen a estos policías", reclamó.