Condenado por homicidio en 2014 es buscado por robo calificado
Por estas horas, la Policía de Misiones se encuentra en una intensa búsqueda para detener a Hugo Daniel Olivera (39), quien fue acusado de maniatar y robar dos armas de fuego, documentos y la suma de 170.000 pesos en una vivienda de la localidad de Tres Capones.
Mediante fuentes policiales, este medio pudo saber que el hecho fue registrado en los primeros minutos de este jueves, cuando el dueño de una chacra solicitó presencia policial, manifestando que momentos antes un desconocido encapuchado entró a robar.
Ante esto, los efectivos de la UR VII de Apóstoles se dirigieron al lugar y constataron lo denunciado.
En su denuncia, la víctima expresó que el delincuente entró violentando la vivienda y que al ingresar, rápidamente lo redujo y lo ató de manos y pies para luego llevarse una escopeta calibre 12 y un revólver calibre 32, además de 170 mil pesos en efectivo.
En tanto, a raíz de distintas investigaciones, los efectivos lograron establecer que no sería ajeno al delito Hugo Daniel Olivera, quien posee antecedentes por robo calificado y homicidio.
Fue así que, por orden del Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles, distintas dependencias de la fuerza provincial iniciaron el operativo de rastrillaje en la provincia, advirtiendo que el sospechoso se moviliza en una moto Cross roja y que tiene domicilio en el barrio Néstor Kirchner de Posadas.
Según las primeras averiguaciones, el ahora prófugo se habría detenido en una vivienda de Tres Capones para luego ir a cargar nafta en la localidad de Concepción de la Sierra y después regresar a la capital provincial.
Condenado a perpetua
El nombre de Hugo Daniel Olivera vuelve a sonar en los juzgados, después de 10 años. Es que el hombre de 39 años fue condenado en marzo de 2014 a purgar la pena de prisión perpetua en primera instancia, luego de ser considerado culpable -junto a dos cómplices- de “homicidio calificado agravado por alevosía”.
Esta condena la recibió por el crimen de Luis de Olivera Rodríguez, quien falleció en vísperas de la Navidad de 2010 mientras festejaba un cumpleaños en su domicilio del barrio Piedras Blancas de Garupá.
Golpiza fatal
Según fuentes consultadas, la bronca de Olivera con el dueño de casa tenía que ver con la relación sentimental que éste tendría con una exnovia suya y que estaba en el festejo porque era la agasajada.
En el expediente consta que cuando los agresores llegaron a la casa de Luis, éste los enfrentó para decirle que no tenía nada que ver con la chica y como respuesta recibió un golpe en la nuca que prácticamente lo desvaneció y cayó al piso.
Los testimonios de los testigos coincidieron en que en ese momento Olivera (que antes le había golpeado) lo arrastró, ayudado por los otros hasta la calle y comenzaron a propinarle una feroz golpiza con una cadena, maza, palos, piedras y un cuchillo.
La paliza fue tan brutal que la cadena de un metro de largo tenía un candado en el extremo y por los golpes se rompió, destrozando el cuerpo de la víctima que todavía seguía con vida, aunque moribundo en la calle.
El salvaje ataque duró varios minutos y cuando los agresores comenzaban a alejarse de la escena, la sobrina de la víctima intentó auxiliarlo y en medio de la desesperación gritó a los demás que su tío aún estaba con vida, dato que enfureció aún más a los atacantes, que regresaron. A decir de los testigos, Olivera se subió arriba de la víctima y luego de propinarle más golpes lo apuñaló varias veces y uno de esos letales puntazos le destrozó el corazón, causándole la muerte de manera inmediata.
