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Los municipios se anticipan ante un nuevo período de sequía

La Niña en el horizonte abre interrogantes para el agua

Con un verano de calor extremo, las cooperativas van tratando de sobrellevar el abastecimiento. Sin embargo, ya piensan en lo que se vendría en los próximos meses
miércoles 20 de marzo de 2024 | 6:05hs.
La Niña en el horizonte abre interrogantes para el agua
La Niña en el horizonte abre interrogantes para el agua

El calor extremo de las últimas semanas dejó consecuencias en distintos aspectos, la cuestión hídrica fue una de ellas. Es que si bien este verano fue mucho más lluvioso que los anteriores, las temperaturas sofocantes provocaron un mayor uso del agua, por lo que las cooperativas y entes encargados de la distribución debieron ajustarse para evitar el faltante. Con campañas de racionalización y obras, buscaron sortear los cortes que suelen ser recurrentes en estos casos. Sin embargo, en algunas localidades la situación fue igualmente compleja. Mientras que al mismo tiempo, ya se comienza a sentir la preocupación por el posible regreso del fenómeno de La Niña que se espera para septiembre, y traerá nuevamente un periodo de sequía prolongado.

Al respecto de todo ello, se refirió la presidenta del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (Eprac) Soledad Balán, quien confirmó las tareas que se debieron llevar adelante para garantizar el suministro.

“Este verano no ha sido tan duro como veranos anteriores respecto a la provisión de agua. Las máquinas que permiten la distribución empiezan a fallar cuando la temperatura supera los 34º durante más de tres días seguidos. Este verano hemos tenido tormentas y lluvias que hicieron que los problemas no sean tan repetidos”, aclaró en diálogo con el programa Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7.

No obstante, agregó que la demanda fue mayor en aquellos barrios donde la red de agua aún no ha llegado y se sigue abasteciendo con el camión cisterna.

Para referirse al regreso de La Niña y las dificultades que tendrían los municipios, puso de ejemplo a la ciudad de Oberá, que es una de las que mayor inconveniente tiene en este sentido. “Tenemos una mesa con la Celo y el municipio, y estamos avanzando barrio por barrio para extender la red, recuperar vertientes, pozos perforados en desuso y hacer una nueva extensión. Estamos tomando medidas para llegar a las familias y aminorar los problemas que puedan venir”, señaló.

En los municipios

Justamente,  la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo) viene pidiendo la racionalización del vital líquido a raíz de las dificultades para abastecer. Los cortes de energía casi a diario repercuten en el bombeo de agua potable. Por ello, los barrios constantemente se encuentran con el servicio de agua interrumpido durante varias horas.

Según afirmaron desde la entidad, las altas temperaturas tuvieron como consecuencia una disminución en las reservas de la planta potabilizadora, por lo que se comenzó una serie de cortes rotativos en los barrios, instando a la racionalización.

En  Jardín América, por su parte, la Cooperativa de Servicios Públicos informó que lograron atender la demanda del período estival, porque el nivel de la fuente de abastecimiento (arroyo Tabay) se mantuvo con las precipitaciones y por la puesta en marcha del quinto módulo potabilizador. Sin embargo, Ernesto Faccendini, gerente de la entidad, afirmó: “Nos preocupa muchísimo el próximo verano, dado que está anunciado el regreso para el invierno del fenómeno de La Niña. Entre enero y lo que va de marzo ya tenemos un déficit hídrico del 32%, por lo que de cumplirse los pronósticos, Jardín América nuevamente estaría ante una situación crítica”.

En 2009, cuando se tuvo la primera emergencia del Tabay, se proyectó una nueva toma e impulsión desde el río Paraná. La primera etapa se ejecutó sin terminarse entre 2014 y 2016. La segunda etapa se licitó en agosto de 2023, pero no hay perspectivas de que el gobierno nacional autorice los desembolsos que iban a financiarse con un crédito del BID. “Las obras de esta envergadura con presupuestos que superaban los $5 mil millones antes de la devaluación del 118%, no están en las posibilidades de ser financiadas por los asociados; sin embargo sí estamos aportando mensualmente para cubrir los costos de operación y mantenimiento del sistema, y para obras como la ampliación de la planta potabilizadora o la extensión de las redes de distribución”, sostuvo Faccendini.

En Ruiz de Montoya también hay una problemática. Marcos Hasser, presidente de la cooperativa local, comentó que de las dos bombas que se usaban en la toma de agua desde el arroyo Ñacanguazú, una culminó su vida útil; por lo tanto, tienen menor capacidad de bombeo. Ante dicha situación, se solicitó a los usuarios que usen de manera racional el líquido vital.  Mientras, se trata de conseguir un crédito para financiar la nueva obra. “Un equipo de bombeo nuevo sale hoy en día $ 9 millones, por eso en estos momentos trabajamos con una sola bomba y se pide cuidar el agua”, aseveró.

Asimismo, en Santo Pipó, el inconveniente principal no pasa por la potabilización del agua. Daniel Barrazza, presidente de la cooperativa, expresó: “La mayor dificultad son los reiterados cortes de energía en la toma de agua, los remiendos que hacen no sirven”. A esto, expuso que en la mañana de ayer hubo corte de suministro eléctrico lo que perjudicó de nuevo el bombeo desde el arroyo Ñacanguazú.

Desde Corpus, Edgar Rocha, tesorero de la Cooperativa local, explicó que “el faltante de agua se da en algunas ocasiones en barrios más altos de Corpus y son en ciertos horarios”.  Pero la situación crítica tiene que ver con los costos:  “Contamos con 750 usuarios, la parte económica con respecto a Emsa es complicada, el costo de servicio es elevado, los químicos son muy caros”.

Tomas de agua

La  Cooperativa  Eléctrica Limitada de Montecarlo (Ceml) junto al municipio continúa las gestiones para que se pueda concluir la toma de agua desde el río Paraná que está avanzada en más de 80%, pero detenida ante la falta de fondos.

Este verano en Montecarlo no hubo complicaciones con el suministro del agua pero se avizora que para el próximo verano habrá faltante y contar con la nueva toma es fundamental. “En principio de febrero vimos con preocupación los arroyos bastante bajos porque hubo pocas lluvias. La preocupación es que la tendencia del pronóstico es de sequía para la primavera y verano, eso nos trae preocupación porque el arroyo Itacuruzú en los últimos años de sequía bajó mucho su caudal, tanto que llega a ser insuficiente para atender la demanda.  Tuvimos que recurrir a la toma alternativa del arroyo Caraguatay, que también se bajo en su caudal”, explicó Esteban Strieder, gerente de la entidad.

Además, añadió: “Estamos en reuniones con  la Subsecretaría de Obras Públicas de la provincia y Hacienda buscando que se continúe con la obra que quedó suspendida de la toma desde el río Paraná. Está en su etapa final, pero falta la compra de equipamiento e instalación, puesta en funcionamiento, bombeo y rebombeo , sistemas de operación y control. La expectativa es que logremos finalizarla y la podamos tener para el verano, pero no hay certezas”.

Las colonias cuentan con pozos perforados controlados por la Ceml, mientras que en la zona urbana también se cuenta con algunos pozos que ayudan a sostener el sistema los días de mucha demanda, ya que sólo en Montecarlo hay 5 mil usuarios. En tanto, la toma de agua principal está en el cauce del arroyo Itacuruzú y la secundaria en el arroyo Caraguatay.

En el caso de El Alcázar cuenta con diez pozos perforados que abastecen. “Tuvimos que incorporar varios porque tuvimos épocas duras cuando el agua  no era suficiente y  sigue faltando una conciencia del uso racional del recurso de agua”, sostuvo el gerente de la Ceml.

Hace seis años la cooperativa envió un proyecto de toma de agua del arroyo Paranay para El Alcázar, pero, hasta la fecha no hubo avances en la búsqueda de fondos.

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