Adolescentes creadores de universos paralelos

“A veces es difícil sumarse a un grupo, porque lo que más hay es teatro para niños o para adultos”, graficó Juana sobre la escasez de espacios pensados especialmente para adolescentes. Juana, junto a otras chicas de entre 12 y 17 años, comenzó un taller de teatro especial que se gesta en Espacio Base.

Guiado por Milena Prestes, el curso buscará ahondar en distintas aristas de la práctica escénica, como el teatro físico, de objetos, afianzando el grupo y abiertos a crear sus propias obras, llegado el momento.

En la misma línea, en Sala Tempo, Facundo Saiz arranca el martes Teatro Real, un taller para chicos de 14 a 18 años que incluirá expresión corporal, juegos de creación y retos de improvisación.

“La idea para este taller de adolescentes es primero y principal hacer una formación de actores. Una formación en lo que es la técnica teatral y también recopilar herramientas que nos sirvan a nosotros en la vida social, como la modulación, la proyección de la voz, la presencia escénica, que la presencia escénica no es solamente estar en un escenario, sino también, por ejemplo cuando tenemos que dar una lección oral, leer un cuento frente al público”, manifestó Milena que no sólo tiene formación universitaria en teatro sino que desde los 12 años practica y se capacita en la disciplina.

Milena dio un pantallazo de lo que será el taller. Fotos: natalia guerrero

“Durante la adolescencia, uno comienza a desarrollar las características individuales, se conforma la personalidad, se afianzan los gustos y se construye el autoestima. Es por ello que el teatro -también hablando desde mi experiencia personal- brinda al adolescente herramientas de expresión”, sumó la también chelista.

 En coincidencia, Saiz, al frente del taller en Tempo, destacó que la adolescencia es una etapa crucial en la vida y que el teatro es clave para favorecer tanto la expresión corporal  como la emocional y, por ejemplo, para quitar muchos complejos y vergüenzas típica de esta etapa. “El teatro ayuda a que uno se exprese mejor”, comenzó explicando.

Y ponderando este “proceso de descubrimiento” Saiz marcó incluso que el taller no necesariamente será para quienes quieran convertirse en actores sino que también oficia como una especie de disciplina terapéutica, porque “es un espacio donde uno tiene la seguridad de ir a expresar lo que siente”.

“Yo la pensé como una actividad para que la persona se pueda expresar y justamente eso aumente su autoestima, mejore en la calidad de sus relaciones con otros y con el entorno”, subrayó el actor que también dará un intensivo de teatro experimental para adultos en la Asociación Civil Arte Uno (San Martín y Rivadavia) del 6 al 8.

Un nuevo mundo creativo

Así, abriéndose al juego, al compartir, a aprender nuevas técnicas y elevar la voz, entre las bondades del teatro, Prestes recordó a sus alumnas “que nos va a ayudar a conocer nuestro cuerpo y el cuerpo del otro. Respetar tanto nuestro cuerpo como el cuerpo del otro. Porque en mi perspectiva del teatro el cuerpo de uno es la herramienta y como yo respeto mi herramienta voy a respetar la herramienta del otro”, detalló.

Según la casi psicóloga social, la experiencia teatral permite “una mirada más honesta de nosotros mismos, cómo nos proyectamos hacia el afuera, y la mirada más crítica para cambiar el entorno desde la creatividad y la expresión”.

Por eso, para ambos talleristas es importante no sólo sostener estos nichos creadores de cultura, sino seguir fomentando estos “universos paralelos donde puede pasar cualquier cosa”, según definió Saiz.

“Estos espacios son justamente semillero de nuevos artistas, directores y -por fuera de las profesiones vinculadas al arte escénico- gesta personas más empáticas, colaborativas, apreciativas, una mirada más amable en una sociedad que es por naturaleza violenta”, agregó Prestes.

“Yo creo que el teatro ayuda a que uno sea mejor para sí mismo y para los otros. Es una utopía de un mundo mejor”, resumió la actriz.

Para agendar

Dos propuestas

Milena Prestes dirige el taller para adolescentes en Espacio Base (Rademacher 5324) todos los jueves de 18 a 20. Además, en Sala Tempo, Facundo Saiz hace lo propio desde el martes. Martes y jueves de 15 a 17 en Ramón García 554.