Chino Torres volvió a abstenerse y fue imputado por desobediencia judicial

El exentrenador de fútbol femenino, Héctor “Chino” Torres (60) fue trasladado este jueves al Juzgado de Instrucción Siete de Posadas para completar la audiencia indagatoria, tras incumplir una prohibición de acercamiento a sus exjugadoras del Club de Educación, las cuales lo acusaron de acoso y maltrato en octubre del último año.

Fuentes judiciales consultadas por este medio manifestaron que el ex entrenador de 60 años decidió abstenerse a declarar -al igual que la primera vez que fue indagado- ante el magistrado Miguel Mattos, limitándose a designar abogado. Posteriormente fue imputado por “desobediencia judicial”, lo que se sumará a su expediente por delitos contra la integridad sexual.
En tanto, Torres continuará detenido en la comisaría Tercera. Sin embargo, no se descarta que sea nuevamente excarcelado en los próximos días.

Incumplimiento de acercamiento

Si bien Torres a principios de diciembre pasado recibió la excarcelación, otorgada por el Juzgado de Instrucción Dos, debía cumplir diferentes condiciones. Además de no salir de la provincia, le impusieron una prohibición de contacto con las denunciantes y sus familias, por lo que debía mantenerse a no menos de 500 metros de sus domicilios.

Esto último fue infringido el viernes pasado, ya que el entrenador organizó un partido a beneficio en la cancha del club Jorge Gibson Brown pese a saber que enfrente de ese lugar vive una de las denunciantes, de 14 años.
Según fuentes consultadas, el hombre tenía conocimiento de que una de las presuntas víctimas residía en esa zona, puesto a que en octubre pasado se había acercado a ese domicilio a pedir que no lo denunciaran.

Asimismo, los voceros indicaron que resultó clave el aporte de fotografías y videos presentadas por las propias víctimas, mientras presenciaban el encuentro solidario en el estadio de Villa Urquiza. En las imágenes se aprecia a Torres recorriendo las tribunas y el campo de juego.
Incluso, las fuentes indicaron que al llegar a un sector de las gradas estuvo a muy pocos metros de una de sus denunciantes, lo que rápidamente despertó la preocupación y el temor por parte de las jugadoras.