Dos pasiones y un cable a tierra indispensable

La vida de Arnaldo Morel (67) está llena de historias como árbitro de fútbol de ascenso y maratonista, siempre dejando un legado importante con base en la buena salud mental para sostener su cargada rutina.

Hace 48 años que el jardinense compite en maratones y hasta los 58 llegó a complementar con el arbitraje, profesión en la que estuvo 32 años activo. “Siempre prevaleció el estado físico y mental porque a la par trabajé en una empresa importante de papel durante cuatro décadas en turnos rotativos como especialista en tratamiento de agua. No había tiempo”, inició el diálogo con El Territorio.

Por supuesto que la voluntad y predisposición, el entusiasmo y la energía positiva ante cada situación fueron más que importantes para su carrera deportiva. “Siempre prevaleció mucho el estado anímico. Estuve en los campeonatos misioneros en dos categorías, tanto en Misiones Corre como en Atletas de Calle, y a pesar de correr sin dormir porque cubría turno noche en mi trabajo llegué a salir campeón provincial…se puede decir entonces que prevalecía tanto la preparación física como mental a la hora de entrenar y de competir”, resaltó. “Es que para ser maratonista hay que salir a  correr igual en la semana a pesar de sentirte cansado”.

Tal como contó, Armando se presentó en varias competencias y siempre se mantuvo en el podio, a excepción de la última carrera de Las Tres Fronteras donde concluyó séptimo. Pero como todos las personas que se aventuran en esta disciplina, la importancia de competir y estar presente en pista es lo más importante.

“Yo nunca perdí una competencia, sólo pierde aquel que no fue a correr. Eso quiere decir que siempre estuve predispuesto en una maratón o como árbitro”, dijo.

Precisamente Morel también se refirió a su incursión por el arbitraje de fútbol con una anécdota que lo dejó marcado. “Trabajé hasta la 5 de la mañana en la fábrica y tenía que presentarme en Corrientes capital por la tarde para dirigir un Huracán-Sportivo Patria a las 17”.

“Entonces mi hijo me llevó a Posadas sin dormir y para los 8.30 ya estaba arriba del colectivo. Pero resulta que estuvimos varados en Gendarmería porque el chofer no tenía carnet de conducir. Llegué a las 15 a la terminal sin desayunar ni almorzar y mis colegas estaban desesperados. Lo cierto es que dirigí el partido y nos fue excelente. Prevaleció la voluntad para mantenerme activo”, recordó

El jardinense consideró que en las competencias como en el arbitraje lo que influye es estar bien para no rendirse. Su marca al menos lo delata con 32 años vistiendo de negro en la Liga Regional de Puerto Rico y 12 en torneos de AFA.

“La actitud y las ganas siempre están. Cuando salía de trabajar estaba muy cansado para correr pero lo hacía igual y de hecho si se quiere competir o dirigir hay que estar preparado”.

“Hoy en día correr es más que un hobbie y cuando se abren las inscripciones me quiero anotar porque así lo siento, es algo que me gusta”, cerró Arnaldo, otro ejemplo que refleja la importancia del bienestar mental.