Testimonio de forense contradijo la coartada de Cristian Vargas

Con la mirada hacia abajo, una birome y hojas. Así escuchó Cristian Vargas (33), imputado por homicidio agravado por femicidio, las declaraciones realizadas por los testigos que se presentaron en la tercera jornada del juicio por el crimen de Antonella Bernhardt (27), quien fue hallada desangrada producto de una estocada en su cuello con un cuchillo, en su inquilinato del barrio El Brete, de Posadas, el 4 de abril de 2019.

En la mañana de ayer fueron dos las testigos consignadas, siendo la más destacada la médica forense Silvia Carolina Lazos, quién detalló las lesiones de la víctima y dejó nuevas aristas que descartarían la coartada del imputado.

En su oportunidad, a través de la aplicación Zoom, la perito comenzó relatando cómo se encontraba el cuerpo de la víctima dentro de la habitación del departamento que alquilaba sobre la calle Comandante Miño.

“Nos encontramos con un cuerpo con abundante sangre seca en la zona del tórax, hombro y brazo derecho”, comenzó explicando Lazos.

En esa línea, expresó que Antonella tenía en el cuello una lesión punzo monocortante y penetrante de 5,5 centímetros de longitud, que no era lineal.

Respecto a la profundidad que tuvo el arma blanca utilizado por Vargas para asesinar a Antonella, alegó que se trataba de “6 y 7 centímetros de profundidad”, lo que ocasionó que el cuchillo traspase la membrana muscular, llegue hasta la zona de vía aérea, cortando la membrana tiroideo y finalizando “sobre la cara anterior del cuerpo vertebral”.

Además de esta lesión en el cuello, la forense indicó que existió también traumatismos vitales en la cara y cabeza. Uno de esos traumatismos que encontró fue en la oreja izquierda, zona donde en primera instancia señaló que pudo ser producto de haberse golpeado “con algo o contra algo”.

Como así también, un traumatismo en el parietal izquierdo de la cabeza. Lesión que con más seguridad mencionó que fue provocada con algún objeto, ya que la zona “estaba sobreelevada”.

A su vez, en la enumeración de lesiones sufridas por la víctima, manifestó que presentaba una herida cortante en su mano izquierda. La cual pudo haber sido como consecuencia de un intento de defensa.

Estocada con fuerza

En otro tramo de su testimonio, Lazos mencionó mientras exponía las imágenes, que el corte en el cuello -que fue la principal herida que provocó la muerte de Antonella-, “no es una lesión superficial. Necesitó fuerza para ingresar y llegar hasta la zona donde quedó”.

Lo último sería un punto importante para considerar, teniendo en cuenta que Vargas tanto en su indagatoria como en su declaración en la primera jornada, mencionó que había sido accidental y en medio de un forcejeo en donde él intentaba sacarle el cuchillo a la víctima.

Las múltiples membranas que fueron cortadas por el arma homicida en la región del cuello, estando comprometida incluso la hipofaringe, fueron suficientes para que se produzca un sangrado rápido y el ingreso de sangre en la vía aérea que terminó en la muerte de la joven.

Otra arista que destacó la testigo es que la estocada en el cuello fue “con la víctima apoyada en un plano duro y estando acostada. No había mucha defensa”.

Ante la consulta realizada por el fiscal Martin Rau, sobre en cuánto tiempo estimado fallece la persona después de sufrir el corte mencionado, la mujer expresó que “en muy escaso tiempo. No puedo decir con exactitud, pero la muerte se produce en un minuto aproximadamente”.

Continuando con las respuestas de lo consultado por la parte acusatoria, Lazos puntualizó que el cuerpo de una persona puede ejercer algún movimiento involuntario, propios de una reacción nerviosa, luego de haber sufrido un paro cardíaco.

Mareos o confusión

En referencia a los golpes que presentó el cuerpo en la oreja y la cabeza, Lazos manifestó que “para mí esos golpes o traumatismos pudieron haber producido una pérdida de conocimiento total o un estado de confusión, porque hubo golpe en el oído y en el cráneo”.

Pero, ¿con la confusión, Antonella sería capaz de defenderse? La médica forense aseguró que no, ya que “tranquilamente con esos golpes uno se queda indefenso”.

En tanto, explicó que el deceso de Bernhardt fue por dos mecanismos: “Uno por la pérdida masiva y rápida de sangre y otro por la asfixia e ingreso de sangre en la vía aérea”.

Por otra parte, el defensor oficial, Mario Ramírez, consultó sobre lo afirmado por la testigo en cuanto al golpe en la cabeza y la posición de Antonella en el momento que sufrió el corte en el cuello.

En ese marco, Lazos manifestó que “las características del golpe en la cabeza, si fue contra algo, tiene que ser contra algo que presenten las salientes que le dejaron el golpe”.

“La impresión que me da es que fue con algo”, ratificó viendo las fotos del lugar, sacadas por los peritos.

A su vez, indicó que todos los golpes fueron vitales, es decir cuando Antonella seguía viva.

En referencia a la posición de Antonella, señaló: “Me impresiona que estaba acostada, porque la sangre la tenía en el tórax (siendo la mancha más gruesa) y tenues manchas en el antebrazo. No tenía sangre en el abdomen, las piernas o los pies”. Otra razón por la cual da a entender que la víctima estaba acostada, además de la profundidad del recorrido del arma blanca.

“Si yo corto y saco el cuchillo, la sangre va a caer. Si estoy parada cuando se produce la estocada, la sangre va a caer en el piso, va a salpicar en el pie o las piernas”, explicó, dejando casi por totalidad en descarte la coartada que apuntaría a una muerte accidental, declarada por Vargas.

Sin embargo, esto no quedó totalmente comprobado, ya que los que ayudarán a entender el mecanismo de lo ocurrido serán los especialistas de criminalística que podrán apoyar o estar en desacuerdo con lo dicho por la médica forense.

El debate oral a cargo del Tribunal Penal Uno de Posadas, continuará hoy con más testigos en el SUM del Palacio de Justicia.