Murga y encuentro en el Festival Rulo Fernández

Con la participación de elencos locales e internacionales y el lanzamiento del proyecto de la murga cerró ayer la segunda edición del Festival Internacional de Teatro Rulo Fernández, en Nirvana.

Durante cuatro días, desde el pasado jueves y hasta la noche de ayer, el teatro independiente vivió una fiesta de puertas abiertas con funciones de grupos de Misiones, Buenos Aires y de Paraguay, Uruguay, Colombia y México. Además, hubo un taller de voz y murga que fue el motor para la creación de la Murga de Nirvana, que en la calurosa siesta de domingo realizó su primera muestra con un ensayo general a puro baile y versos inspirados en la incierta actualidad.

El festival es organizado por Nirvana, el grupo José Cipolla que administra la sala ubicada en el barrio Santa Rita y el colectivo Amigos de Rulo. “Es una propuesta para tender redes y acercar el teatro a los vecinos”, dijo Aníbal Bertoni, actor y director y uno de los impulsores del encuentro.

Bertoni, que está al frente del grupo José Cipolla, se mostró feliz por la vivencia del festival, “que poco a poco va creciendo, al igual que Nirvana, que este 1 de octubre festeja su segundo aniversario” destacó.

El festival es un homenaje a la memoria y legado del director teatral, artesano y gestor cultural Rulo Fernández, fallecido en 2008 y uno de sus objetivos principales es promover el teatro y llegar a nuevos públicos. “Tuvimos una buena respuesta del público y una cartelera muy variada, por ejemplo con el apoyo del Rotary Club y Lalcec (Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer) para la difusión se presentó la obra Cóctel Amargo del elenco Destino Final de Uruguay, es una obra que trata sobre el cáncer de mama y busca concientizar, y fue muy lindo ver la sala llena, porque desde el arte se suma un granito de arena”, resaltó.

Sueño en marcha

El artista hizo un balance más que positivo de estos dos años de Nirvana, “somos nuevos en el barrio y poco a poco este sueño va creciendo y se van dando nuevos proyectos como la murga, que por ahora no está pensada como para presentar obras sino para recorrer los barrios de nuestra zona y dar a conocer la actividad de nuestro teatro y el arte y la cultura desde la alegría y el colorido”.

La murga comenzó a gestarse en el festival y convoca a sumarse al proyecto. Foto: Marcelo Rodríguez

“Las zapatillas gastadas”

El proyecto de la Murga de Nirvana comenzó con los asistentes al taller de murga y voz dictado por Graciela Tonnier, música, actriz y psicóloga social de Mar del Plata y Patricia Tonnier, docente y psicóloga social de la Ciudad de Buenos Aires.

Las artistas son hermanas y acerca del taller indicaron: “Pensamos que como uno de los objetivos principales del teatro y de este festival es que llegue el teatro al barrio, una murga hace a la identidad del lugar, es popular, es convocante, hace ruido y además es una crítica social, que es tan importante”.

“Círculo de la palabra”

Uno de los grupos que formaron parte del festival fue el Colectivo Teatral Colombian Dream de Bogotá, Colombia, que puso en escena la pieza La inconclusa.

Marcela Sánchez, sostuvo que “la experiencia ha sido maravillosa, enriquecedora en lo artístico como en la calidad humana, este festival genera un círculo de la palabra donde se puede escuchar la cultura, conocernos y escucharnos y expresarnos”.

Por su parte, Carlos Niño relató que el colectivo es una fundación y trabaja llevando el arte y la cultura a personas en vulnerabilidad social y tiene una sala de teatro en Bogotá. “El festival propició un intercambio cultural muy grande, nos vamos muy contentos”, ponderó.