Todos los campeones del mundo tuvieron sus aplausos y recibieron el cariño de la gente cuando salieron a realizar los ejercicios precompetitivos en el Monumental, pero hubo un grupo selecto que se llevó todas las ovaciones.

El primero fue el Dibu Martínez, que tuvo doble momento. Primero, cuando salió junto a los otros arqueros a prepararse para el debut en las Eliminatorias y, luego, cuando la voz del estadio dio la formación.

El que se llevó todos los aplausos y gritos fue el capitán Lionel Messi, quien también recibió varios cantos a lo largo de la previa.

Di María, pese a que estuvo en el banco de suplentes también fue uno de los elegidos por el público.

Un escalón por debajo estuvo Gonzalo Montiel. El defensor marcó el penal en Lusail que le dio a Argentina la tercera estrella y, en su casa, la gente se lo reconoció, al igual que a Leandro Paredes y Rodrigo De Paul, quienes recibieron los primeros mimos de la noche, cuando salieron a comer caramelos, una cábala que mantienen desde hace varios años.

Pero hubo otros dos que se llevaron grandes aplausos. Lionel Scaloni cerró la lista de la formación y se cantó por el DT, pero también por una nueva cara: Alejandro Garnacho.

El juvenil de Manchester United tuvo sus primeros minutos en la Selección en la gira por Asia y el cuerpo técnico lo tiene como uno de los jugadores proyectados para el recambio que habrá durante el ciclo mundialista que comenzó ayer en Buenos Aires.

A eso apuntan Scaloni y compañía: a darle rodaje, en la medida de las posibilidades, a los juveniles que serán la cara de la selección argentina en un par de años.

Todo a su tiempo, claro, por eso Garnacho estuvo en el banco y pese a que Facundo Buonanotte no estuvo entre los relevos, sí estuvo en la concentración y en los entrenamientos y empezó a palpar lo que significa estar en un equipo con grandes estrellas.