La pluma bohemia de Abdón Fernández al alcance de todos

El gurí lustrabotas; los palanqueros que “llevan las varas cimbreantes por los frutos del río”, ese pan ganado a las aguas; las criaturas misteriosas que habitan selvas y noches; la melancolía del mendigo… y tantas otras historias de gentes, duendes y paisajes, que hicieron carne una época y un modo de existir en este suelo fueron retratados en la letra escrita de Pedro Abdón Fernández.

Pero antes de habitar las páginas del encomiado escritor y periodista posadeño fallecido el 26 de junio de 2004, estos relatos -que pintan esa aldea de donde venimos- fueron invocados por su mirada sensible al entorno y su entendimiento del alma humana.

Hoy, esas poesías y narrativas que hablan de costumbres y personajes y de un modo de hallar belleza en la cotidiana sencillez de las cosas están al alcance de todos en la Biblioteca Pública Daniel Stéfani, que funciona en el Museo Juan Yaparí, en calle Sarmiento 1885.

Élida Fernández, hija de Abdón Fernández, y Leo Duarte, encargado de la Biblioteca Daniel Stéfani, con el libro del poeta. Fotos: Marcelo Rodríguez

Recientemente, la familia del poeta, que también fue policía y autor en el diario El Territorio de la columna Mateando. Notitas de la madrugada, donó al espacio dependiente del Ministerio de Cultura de la provincia parte de la biblioteca privada de Abdón, hombre llamado por sus afectos y conocidos el “último bohemio”. 

La biblioteca de Abdón  

Este material, que ya está disponible para consulta de toda la comunidad, consiste en premios, libros de otros autores y que conformaban el universo de lectura del escritor y también textos que le regalaron y tienen la correspondiente dedicatoria, además ilustraciones de Latre.           

Asimismo, la biblioteca pública conservaba por su parte y suma a la flamante colección, una recopilación con más de 200 recortes de la célebre columna Notitas y a la vez, un ejemplar de Poemas, cuentos y relatos, que fue publicado por la por entonces Subsecretaría de Cultura en reconocimiento a la producción literaria del autor que se puede encontrar profusamente en periódicos y antologías. 

Esta publicación, único libro de Abdón, es propiedad de Leo Duarte, y la edición se encuentra agotada para la venta.   

Para toda la sociedad

Duarte, encargado de la Biblioteca Stéfani, fue quien contactó a la hija de Abdón, Élida Norma Fernández, para consultarle si podía aportar algún material.   

“Leo se comunica y me dice que le gustaría que la biblioteca cuente con material de mi papá, y yo tenía a mi cuidado su biblioteca, y la idea de poder poner a disposición de la sociedad ya me venía rondando, para poder compartir; así que decidimos hacer la donación de parte de todos mis hermanos y mía y estamos muy felices por esta invitación y por este interés en la obra de mi papá y en recordarlo”, expresó Fernández. 

Élida, con parte de los objetos de Abdón que están disponibles para consulta.

A su vez, recordó que su padre trabajó mucho tiempo en El Territorio: “Escribía su columna y también crónicas, cuando estuvo en Buenos Aires en 1974 y después viajó por Latinoamérica mandaba sus escritos sobre lo que veía en cada lugar, con su pluma retrataba lo que veía”.

A su turno, Duarte explicó que la obra de Abdón “es importantísima, porque es testimonio de una época y de una identidad nuestra, escribió sobre personajes conocidos de Posadas, describió oficios, costumbres, cosas que pasaban a su alrededor, también el paisaje, los lapachos, los barrios, el río. Toda esa obra que habla de la ciudad y de la provincia nos lleva a conocer mejor nuestro lugar y nuestra historia”. 

Sin distinciones, su legado 

Acerca del carácter de su padre y las enseñanzas que les dejó a ella y a sus hermanos, su hija lo describió: “Le gustaba estar rodeado de personas, le gustaba compartir una buena charla, tenía muchos amigos y conocidos, en Puerto Iguazú era comisario y también una especie de embajador argentino en la Triple Frontera, y mi recuerdo de esa época era siempre con la familia. Entonces podíamos estar en un hotel lujoso con un embajador de Estados Unidos y después en la fiesta patronal de un barrio, y esa enseñanza nos transmitió, no hacer distinciones ni discriminar a las personas porque todos somos iguales”.

Y añadió: “En su lápida se lo recuerda como ‘el último bohemio’, y es que en realidad vivió así, con la casa llena de gente. Llegaban a nuestra casa músicos, pintores, escritores, también si alguna persona necesitaba un plato de comida se lo invitaba a sentarse a la mesa; y en Posadas le encantaba sentarse en el bar frente a la plaza 9 de Julio a observar todo y a charlar. La gente lo veía y se quedaba a charlar con él y se armaban grandes mesas”. 

Proyecto de rescate        

La Biblioteca Daniel Stéfani tomó el norte de rescatar y preservar la obra de autores misioneros y en este rumbo, Duarte lleva adelante un proyecto para ampliar el catálogo y sumar material de gran valor cultural. 

Así, ya logró incorporar al acervo de la biblioteca dependiente del Ministerio de Cultura de la provincia, las bibliotecas personales de los autores Aníbal Silvero y Esteban Abad, ya fallecidos y ahora la de Abdón Fernández.

El espacio tiene además una biblioteca dedicada a la obra de Horacio Quiroga y dispone de muchísimo contenido acerca de nuestra provincia en distintos ámbitos como la historia, economía, cultura y mucho más.

Se puede visitar la biblioteca de lunes a viernes de 8 a 12.