Luciana Juárez Shimojo (20)
“Toda mi vida supe de mis raíces; representarla ahora para mí es un orgullo”

Luciana nació en ‘La Dulce’, San Javier, estudia la licenciatura en Nutrición en Oberá y es instructora de taekwondo. Este año, además, representa a la colectividad japonesa en la Fiesta Nacional del Inmigrante y desborda de gratitud.
Desde pequeña fue parte de la celebración, pero siempre como espectadora. Junto a sus familia visitaba cada año el Parque de las Naciones y la casa de su querida colectividad.
“Este año es completamente distinto, uno ve el detrás de escena, todo el esfuerzo, el trabajo, cómo son los ensayos del ballet. Todos los fines de semana estar en la colectividad es completamente distinto a la que uno vive estando afuera”, compartió la representante de los nipones.
Sobre lo que representa para ella formar parte de la fiesta desde adentro por primera vez, expresó: “Estoy encantadísima, súper contenta, muy orgullosa claramente del papel que me toca este año. Yo toda mi vida supe de mis raíces japonesas y fui siguiendo algunas costumbres en mi casa y este año estar representando a mi colectividad y a la colectividad de mi familia es un orgullo inmenso y una felicidad”.
Su ascendencia viene del lado paterno: “Soy bisnieta de un japonés”, aclaró orgullosa.
Relató que en su familia se mantiene la gastronomía y lamentó no haber prestado más atención cuando su abuela le quería enseñar el idioma. “Mi abuela sabía algo y trataba de enseñarnos porque su papá era japonés. De chiquitos era algo que lo tomábamos como un juego. Ahora me hubiese gustado prestarle más atención y haber aprendido más palabras y más de la cultura, de la que ella siempre estuvo muy orgullosa, muy encantada de contarnos y transmitirnos”, marcó.
Invitando a visitar y conocer su casa, alertó: “La casa típica representa lo que son viviendas y templos japoneses, adelante tenemos el famoso portal que le decimos torii, también representando a la religión que se profesa en Japón”.
En esa misma línea, se confesó fanática de los sabores de la gastronomía oriental: “Quizás algunas personas le tienen mucho miedo al pescado, pero no es sólo eso. Les puedo asegurar que pueden degustar muchísimas cosas y que no tienen que ver con pescado”, explicó.
Orgullosa de sus raíces, ponderó la danza y el show con los taikos, un espectáculo percusión realmente impresionante.
“Las personas que están dentro están encantadas de contarte, de transmitir sus anécdotas, sus costumbres. A mí lo que me fascina es la gente, su cultura, cómo sigue viviendo, cómo sigue transmitiendo su manera de ser, su manera de vivir, de actuar y la calidez, la alegría que tienen todos adentro”, completó.