La responsabilidad de mantener vivas las raíces de la cultura inmigrante

María Victoria Estévez Jalil (24) es parte de una de las familias que arrancó con la colectividad árabe en Oberá. En total 22 países son los que forman la Liga Árabe, pero la ascendencia siria, como la de Vicky es una de las más habitual en Misiones. Su bisabuelo paterno llegó junto a un hermano al puerto de Buenos Aires y de allí viajaron a Misiones y se instalaron finalmente en esta porción de tierra. 

Contadora Pública Nacional, tiene muy presente su legado sirio en cada aspecto de su vida y sobre su cultura explicó que  en la provincia se asentaron muchos sirios, libaneses y algún que otro marroquí, más que nada en Posadas. Dedicados mayormente al comercio, las ciudades principales como Buenos Aires, Rosario fueron los puntos más comunes del asentamiento de estos inmigrantes.

Mucha de la historia y las tradiciones que palpó Victoria vienen de su apasionada abuela María del Carmen Jalil de Estévez. Ella fue una de las pioneras de la colectividad obereña y según relató la joven, siempre inculcó la participación activa en la colectividad. Así, toda la familia Jalil siempre estuvo ligada a la casa árabe. María Belén, hermana de Victoria, por ejemplo, fue quien los representó en 2010.

Victoria, en tanto, se fue sumergiendo en distintas actividades cuando fue creciendo. Estuvo en el kiosco, fue parte la Comisión Juvenil de la Federación representando a los árabes, entre otras actividades.

“Como parte de la Comisión Juvenil nos encargamos de lo que es la realización y organización del desfile inaugural y la ornamentación del parque, además dentro de durante la fiesta nos ocupamos de determinadas áreas y yo particularmente siempre estuve en la parte de protocolo”, explicó Victoria, dando cuenta de que siempre estuve dentro de la fiesta.

Anécdotas de su abuela y algunas palabras en árabe de sus antepasados son cuestiones que resguarda muy de cerca y explicó que “uno de los aspectos que más nos conecta a ellos es la gastronomía”.

“Misiones es cultura pura, es una fusión de culturas porque hay que tener en cuenta que fue la cuna de inmigrantes, y si bien estaban los nativos los aborígenes, esta ciudad se forjó también por inmigrantes entonces se da mucha fusión de culturas muy diferentes”, plasmó.

Al alertar sobre la unión de colectividades que se da en la fiesta, juzgó que “todos estamos por un mismo objetivo que es mantener vivas a las raíces de estas culturas inmigrantes” y  marcó la importancia de sumar a los más chicos para que se siga transmitiendo de generación en generación una costumbre que ya tiene 43 años.