Maltrato animal: marcha en reclamo de justicia en Posadas

Un hecho de maltrato animal, registrado en Posadas y viralizado por las redes sociales, conmocionó e impactó a la comunidad. Una vecina del barrio Itaembé Guazú denunció a un hombre identificado como Diego B. de haber matado a una mascota de nombre Manchitas arrojándole piedras.

 En repudio a este hecho y reclamando justicia para que actitudes como éstas no se vuelvan a repetir, ayer a las 9 de la mañana, activistas por los derechos de las mascotas se concentraron en el Mástil de la Avenida Uruguay para marchar hasta el Juzgado N° 7 de Posadas.

 Daiana Bárbaro, voluntaria de Tu Mascota es Familia, quien comentó sobre cuál fuel el objetivo de la misma.

 “Nosotros hoy (por ayer) nos convocamos con la idea de entregar un petitorio en el Juzgado N° 7 para exigir que se cumplan las ordenanzas y las leyes nacionales contra el maltrato animal. Esto surge a partir del caso de Manchitas, la perrita apedreada en Itaembé Guazú”.

“Vemos casos de maltrato animal todos los días en Posadas, y no sólo refiriéndonos a actos extremos como el de Manchitas, sino también a animales atados bajo el sol, sin agua, sin comida, por las calles”, añadió.

 También resaltó la importancia de que el Estado aborde el tema como una cuestión de salud pública, sosteniendo que “esto nos afecta a todos. No solo afecta al animal que termina lastimado o muerto, sino que también son animales que no están vacunados y que pueden transmitir enfermedades o provocar accidentes”.

Entre los mensajes publicados en las pancartas los manifestantes en favor del derecho de los animales, resaltaron la necesidad de hacer cumplir la Ley 14.346.

 La normativa, sancionada por el Senado de la Nación, expresa en su artículo 1°: “Será reprimido con prisión de quince días a un año, el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales.

 Por otra parte, según los últimos datos constatados por este medio, Diego B. permanece en libertad, aunque por las denuncias efectuadas por las vecinas tiene que cumplir una restricción de acercamiento de 300 metros respecto a la dueña de la perrita apedreada.